Cataluña
Un adolescente pierde la visión de un ojo a causa del ataque homófobo que sufrió por parte de un joven en el exterior de un bar de Manresa.
La madrugada del 1 de noviembre, mientras que se celebraba la Castanyada en Manresa, los servicios de emergencia recibieron el aviso de que una agresión en el exterior de un bar había dejado a un adolescente herido de gravedad. Seguidamente varias patrullas de los Mossos d'Esquadra y efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), acudieron al lugar de los hechos para conocer la situación y brindar atención médica a la víctima.
Los agentes de la policía catalana procedieron a tomar declaración a los testigos de la zona, quienes indicaban que todo comenzó en el momento en el que un hombre comenzó a insultar al adolescente de 17 años por su orientación sexual. Esto desencadenó una discusión en la que le individuo continuó espetando comentarios homófobos, seguidos de la agresión con un objeto contundente. Este ataque fue lo que provocó al menor lesiones de gravedad en la cara y la pérdida de la visión en un ojo.
Gracias a la descripción de los testigos, el agresor fue detenido en el mismo lugar de los hechos. Se trataba de un hombre de 27 años de edad, quien ha sido acusado por un delito de lesiones en el ámbito de odio por discriminación. El menor, por su parte, fue trasladado hasta un centro de atención primaria, y posteriormente, debido a la gravedad de las lesiones, a un centro hospitalario. La víctima también denunció los hechos, que se investigan como una agresión homófoba.
En los últimos 5 años los casos de LGTBIfobia han aumentado, con más de 57.000 agresiones homófobas registradas.
El caso más sonado en este año ha sido el del asesinato de Samuel Luiz, pero por desagracia este no es un caso aislado. Cuatro de cada diez personas del colectivo ha sufrido algún delito de odio, aunque sólo se denuncian un 16,5% de las agresiones.
El informe de la Federación Estatal LGTBI+ indica que alrededor de 350.000 personas de las 3,5 millones aproximadamente que conforman el colectivo en España, han sido agredidas física o sexualmente desde 2019; 1 millón han sido acosadas y cerca de 1,1 millones habrían sufrido discriminación.
Con respecto a las agresiones. más del 40% han sufrido agresiones sexuales con intimidación, y casi el 30% agresiones físicas graves, que en su mayoría se producen en las calles.
A pesar de los esfuerzos por visibilizar la violencia LGTBIfóbica y mejorar la respuesta judicial, sigue siendo difícil combatir el miedo y la desconfianza que sienten muchas personas del colectivo al denunciar agresiones de este tipo. La falta de denuncias y el estigma asociado a la orientación sexual son factores que contribuyen a la invisibilidad de estos crímenes.
Este ataque homófobo en Manresa pone de nuevo sobre la mesa la necesidad urgente de continuar luchando contra la intolerancia y la discriminación hacia las personas LGTBI. La violencia motivada por odio no solo deja secuelas físicas y psicológicas, sino que también crea un ambiente de inseguridad y miedo para aquellos que, por su identidad sexual, siguen siendo objeto de agresiones y maltrato.
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