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Incendios forestales

Así trabajan los ojeadores contra el fuego desde las torres de vigilancia

No hay que bajar la guardia en la temporada de máximo riesgo de incendio, motivo por el que es tan importante la labor que se realiza desde las torres de vigilancia. Ellos son los primeros en dar el aviso de los fuegos.

Tomamos rumbo a una de las torres desde la que se vigilan las zonas en riesgo de incendio forestal. El acceso no suele ser fácil. Los lugares se eligen de forma específica, según cuenta la jefa de servicio incendio forestales de Bombeos de la Comunidad de Madrid, Marta Jerez, por tener una amplia visibilidad. Llegamos justos en el momento del parte de novedades, en la Solana, Belén la agente de turno, informa que todo está "en orden".

Esta torre está situada en la sierra de Hoyo de Manzanares al noroeste de Madrid. Durante todo el verano y hasta el mes de octubre ocupa su puesto en las alturas, ni siquiera retira la vista de sus prismáticos para hablar con nosotros. Son los ojeadores contra el fuego. Controlan prácticamente toda la superficie forestal de la región. Siempre hay dos torres que pueden cruzar la visibilidad, triangular y localizar el punto exacto en donde ven humo.

Ellos son los primeros en dar el aviso, son capaces de diferenciar el humo de un fuego de una columna de polvo. Además de su gran conocimiento del terreno, Belén distingue incluso en dónde se ubican los límites de los términos municipales, la hoja de coordenadas y el mapa son sus herramientas fundamentales.

34 torres de vigilancia en lugares estratégicos

En Madrid hay un total de 34 torres de vigilancia contra incendios, dentro del Plan de Prevención y vigilancia de los Bomberos de la Comunidad. Situadas en puntos estratégicos, desde ellas controlan también las provincias colindantes de Castilla y León y Castilla-La Mancha. Los vigilantes se mantienen en constante contacto con el CECOP (Centro de Coordinación Operativa), que está vinculado al Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y centralizan los avisos que se producen para poder coordinar los equipos que van a intervenir en caso de incendio.

El trabajo se extiende hasta octubre, cuando debe empezar la temporada de lluvias. Este año las precipitaciones del mes de junio ha servido dice la jefa de servicio Jerez para que las ramas de los árboles siga aún con humedad y que en el caso de que se desate el fuego sean más resistentes. Pero que en "nada" para que las altas temperaturas dejen en riesgo extremo estos parajes de la sierra madrileña de gran valor ecológico y para la biodiversidad explica Belén mirando a su alrededor. Ellos son los guardianes para evitar que el desastre en forma de llamas llegue a estos terrenos.

Conocer el monte es crucial para desarrollar esta labor. Prismáticos, hoja de coordenadas y el mapa son las tres herramientas fundamentales de los vigilantes. En la Comunidad de Madrid hay un total de 34 puntos de vigilancia.