DEBIDO AL CALOR
La larva que afecta a los olmos, ha vuelto por tercer año consecutivo al barrio barcelonés de San Andrés. Esta plaga está relacionada con el calor y aunque no afecta a las personas, muchos vecinos aseguran que su presencia es molesta.
Los comerciantes también sufren la presencia de la larva ya que sube por sus fachadas y entran en el interior de los locales.