Medicamentos
Se han detectado conductas anómalas en tres pacientes que tomaban Ozempic y otros fármacos para perder peso y controlar la diabetes tipo 2.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) emitió el pasado martes una alerta sanitaria al detectar en Islandia tres casos de pacientes que tomaban Ozempic, Saxenda y otros fármacos agonistas del receptor GLP-1 y tuvieron pensamientos suicidas o de autolesiones.
Más concretamente, dos pacientes que tomaban Ozempic -un fármaco para la diabetes, que en ocasiones también se usa para adelgazar- tuvieron ideas suicidas. El tercer caso se corresponde con el de un paciente que consumía Saxenda, un medicamento más antiguo y menos efectivo para adelgazar, que tuvo pensamientos de autolesión.
Por el momento, no se ha confirmado una relación causal entre estos eventos y la toma de los fármacos, pero se sigue estudiando la posible conexión. Desde el miércoles la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, se ha unido a esta investigación europea.
El procedimiento que se inicia ahora en Europa tratará de descubrir si los medicamentos son los causantes de estas conductas o no. Si durante la investigación se descubriera que efectivamente esos medicamentos provocan dichos efectos secundarios, se estudiará cuál es la probabilidad de que sucedan.
La AEMPS ha lanzado la advertencia y pide a todos los países europeos que revisen los posibles casos o cambios de patrones en los pacientes y que se lleve a cabo una investigación para ver si hay relación de causalidad entre un suceso y otro, si hay plausibilidad biológica y analizar el número de eventos.
Ozempic es un fármaco para la diabetes basado en un principio activo llamado semaglutida, que también se utiliza muy frecuentemente para la pérdida de peso. Saxenda, por su parte, se basa en un principio activo llamado liraglutida, que también se utiliza para adelgazar. Ambos fármacos -los dos de la compañía Novo Nordisk- son consumidos por 20 millones de personas al año, según la EMA. La farmacéutica ya ha emitido un comunicado asegurando que su prioridad es la seguridad del paciente.
En los ensayos clínicos de Ozempic y Saxenda, Novo Nordisk excluyó a personas con desórdenes psiquiátricos o con conductas suicidas recientes. Como sucede con todos los fármacos, las pruebas se realiza con un número limitado de pacientes y cuando salen al mercado empieza lo que se denomina fase 4, que es la farmacovigilancia en miles o millones de personas para detectar efectos adversos infrecuentes que no se habían observado antes.
De momento, los expertos creen que el resultado más probable de la investigación sería un cambio en la etiqueta del medicamento para añadir una advertencia del posible efecto secundario de pensamientos suicidas.