Coronavirus
Con la llegada del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 parece importante tener anticuerpos frente a él, pero ¿qué son esos anticuerpos? Son proteínas de defensa cuyo trabajo consiste en circular por nuestro cuerpo a través de la sangre en busca de elementos que dañan nuestro organismo.
Si los localizan, los neutralizan o se adhieren a ellos para marcarlos y que otra parte del sistema inmune sea quien los destruya.
No son todos iguales, nuestro cuerpo fabrica diferentes tipos de anticuerpos para que nos defiendan contra distintas enfermedades, y existen cinco tipos:
-Inmunoglobulinas A (IgA). Se encuentran principalmente en vías respiratorias y sistema digestivo, además de en las lágrimas y leche materna. Son los anticuerpos encargados de la defensa de nuestras mucosas.
-Inmunoglobulinas D (IgD). Son los anticuerpos más desconocidos de todos, y se encuentran en pequeñas cantidades en la sangre. -Inmunoglobulinas E (IgE). Su presencia en sangre es residual, excepto ante una reacción extrema de nuestro cuerpo a un alergeno.
-Inmunoglobulinas G (IgG). Son los anticuerpos más frecuentes, y una especie de memoria que nuestro cuerpo crea para protegernos en el futuro. Los podemos encontrar en la sangre y en otros fluidos. Pueden tardar tiempo en formarse después de vencer a una infección, pero normalmente son detectables en sangre a partir de los 15-20 días. Un positivo en IgG frente a SARS-Cov-2 indicaría que lo hemos sufrido y superado, o que lo estamos sufriendo.
-Inmunoglobulinas M (IgM). Los encontramos en la sangre y en el líquido linfático. Son los primeros anticuerpos que fabrica nuestro organismo para ponerlo a combatir una infección nueva. Empiezan a detectarse en sangre a los 10-12 días.
¿Cómo interpretar los resultados?
Los posibles resultados ante un test de COVID-19 son los siguientes:
-IgG (+) e IgM (+). Tenemos anticuerpos de ambas clases, lo que probablemente indicaría que hemos contraído la infección en las últimas semanas. -IgG (+) e IgM (-). Indicaría que nos encontramos en la fase final de la infección, que ya la hemos pasado o que la vacuna que nos han administrado ha tenido éxito. -IgG (-) e IgM (-). Ni hemos padecido la infección ni la estamos padeciendo en este momento. -IgG (-) e IgM (+). Nuestro sistema de defensa está empezando a luchar en este momento frente una infección nueva.
¿Pueden volverse los anticuerpos en nuestra contra?
En ocasiones, el cuerpo puede fabricar por error anticuerpos contra sí mismo, atacando a sus propias células y órganos sanos como si fuesen una amenaza, aunque no se saben muy bien las causas. Es lo que se conoce como enfermedades autoinmunes, entre las que están la celiaquía, el lupus, la psoriasis, la fiebre reumática o la enfermedad de Crohn.
Los Anticuerpos G (IgG), ¿duran toda la vida?
Solo en muy pocos casos. Lo normal es que, con el paso de los meses o años, se vayan debilitando hasta dejar de ser eficaces. En el caso del SARS-Cov-2 nadie sabe a ciencia cierta aún cuánto duran, pero podrían ser cinco meses, según estudios en China. Aunque, si nos fijamos en virus similares a este, la mayoría de pacientes que han superado el SARS continúan teniendo anticuerpos IgG dos años después.