OPTIMISMO ENTRE LOS EXPERTOS
Expertos participantes en el VII Congreso Internacional de Investigación e Innovación en Enfermedades Neurodegenerativas (CIIIEN) calculan que en unos cuatro o cinco años estarán disponibles tratamientos combinados de fármacos que permitan frenar el alzhéimer, como paso previo a la reversión de los efectos degenerativos de la enfermedad, y además, en unos 15 años obtener resultados en una vacuna que prevenga su aparición.
Así, lo han expuesto el investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y del Ciberned, José Ramón Naranjo, y el investigador principal de Ciberned y profesor de la Universidad de Barcelona Isidro Ferrer antes de participar en este congreso, cuya inauguración ha estado presidida por la Reina Doña Sofía y que se celebra hasta el próximo viernes en el Museo Príncipe Felipe de Valencia.
Al respecto, se han mostrado "muy optimistas" con estos avances ya que la investigación que se está desarrollando en la vacuna y los tratamientos combinados permitirán progresar de una manera importante en pocos años.
En ese sentido, Naranjo ha resaltado que ya están investigando en el desarrollo de nuevas moléculas para "curar esta patología" con mecanismos que permita reponer las neuronas muertas .
Por el momento, se ha mostrado optimista de que en cuatro o cinco años ya disponga en el mercado de una combinación de fármacos que permita estabilizar el alzhéimer en el momento del diagnóstico y poder así "soñar en disponer también de algo que comience revertir los efectos degenerativos que causa esta enfermedad".
Al respecto, ha señalado que la batería farmacológica disponible actual solo retrasa la enfermedad de forma que se estabiliza en el grado de la enfermedad que padece la persona en el momento en el que se diagnostica. De ahí, la importancia actual de un diagnóstico precoz. En esta línea, ha señalado que las investigaciones de los últimos 10 años han incluido mecanismos "muy variados" y cada uno de ellos "implica que existen unas dianas que se pueden atacar farmacológicamente" y la lucha actual es encontrar moléculas para bloquear estas distintas dianas.
De este modo, "el futuro esté en la asociación de varios fármacos para bloquear varias dianas a la vez" que permitan "no solo retrasar" la enfermedad sino "incluso revertir los daños". Al respecto, ha constatado que ha habido un problema muy grande con toda la inversión realizada por la industria farmacológica en los anticuerpos monoclonales contra la beta amiloide que "no han sido eficaces pero que no se descarta que con otra utilización puedan tener una cierta validez". Sin embargo, "lo cierto es que toda esa inversión ahora mismo se considera fallida y ha bloqueado todas las investigaciones en Alzheimer de la compañías".
Así, ha comentado que "ahora mismo la mayor parte de la investigación está en manos de Biotech y en manos de gente que busca esta dianas accesorias ya que al combinarlas probablemente se consiga un buen efecto". Además, ha recalcado que lo "inteligente" sería aumentar la inversión en investigación porque se calcula que por cada euro que se destina se ahorra más de 50 euros en el tratamiento y en las consecuencias sociales a medio plazo. En España esta relación se eleva a 200 euros de ahorro por cada euro destinado a investigación ya "batiremos todos los retos en longevidad".
En cualquier caso, ha recalcado que pese a la "ridícula" inversión en Ciberned, cuatro millones que se deben repartir en 56 grupos de investigación, se están obteniendo "grandes resultados".
Avances en vacunas
Por su parte, Investigador principal de Ciberned y profesor de la Universidad de Barcelona, Isidro Ferrer, se ha mostrado asimismo "bastante optimista" con las nuevas terapias y ha vaticinado que en "un corto tiempo se dispondrán de buenos resultados aplicables y útiles".
Además, ha resaltado que a esta combinación de fármacos hay que sumar los avances en las inmunoterapias. El problema es que hasta ahora estos programas, basándose en las teoría amiloidea, se han aplicado en personas que ya estaban gravemente afectadas, lo que "no es el escenario ideal para vacunar" y para ver los resultados en personas jóvenes habrá que esperar unos 15 o 20 años.
Con todo, ha resaltado que la vacunación reduce la cantidad de la proteína amiloide pero no la progresión del Alzheimer. Sin embargo, este experimento "ha permitido comprobar que la vacunación funciona, cuando vamos dirigidos hacia una proteína normal se consigue destruirla, pero el amiloide no era la proteína diana, es otra y ahora todos los esfuerzos se destinan a descubrir otras proteínas".
De este modo, además de descubrir la proteína diana, también hay que determinar el momento idóneo para administrar la vacuna, si en la infancia, en la adolescencia o en la edad adulta. "Lo que es seguro es que no es en personas con un cuadro de demencia establecido porque ya es demasiado tarde porque, como todas las vacunaciones, son elementos preventivos más que curativos", ha señalado.