Psicóloga
La socióloga y psicóloga, Alicia López, da las claves para aprender a ser felices.
Estrenamos el año y, con él, una larga lista de propósitos se abren paso. Y, entre todos, ellos, el deseo de ser felices. Pero ¿qué es la felicidad? Para muchas personas es la falta de sufrimiento, pero no por falta de sufrimiento una persona es feliz.
No está claro qué es la felicidad, pero "sin duda tenemos que aspirar a conseguirla y a marcarnos este objetivo como el primero del nuevo año".
Se podría generalizar diciendo que la felicidad es un conjunto de emociones positivas que se consiguen cuando el ser humano tiene calidad de vida o bienestar personal.
¿Solo hay un tipo de felicidad?
Pero ¿hay solo un tipo de felicidad en los humanos? No. Hay autores (Seligman) que distinguen entre diversas felicidades y, además, cambian dependiendo de nuestras etapas vitales, de manera que podemos disfrutar en momentos de nuestra de vida de un tipo o varios de felicidad.
Se puede ser feliz aun teniendo sufrimiento (como en las felicidades tipo 2 y 3), porque la valoración del conjunto es positiva, por lo que la felicidad no es la ausencia de sufrimiento.
¿Cómo podemos conseguirlo?
Hay muchos libros de autoayuda con recetas para ser felices, pero no existe la fórmula mágica. Cada ser humano tiene la propia. Y está relacionada con sus vivencias pasadas, presentes y expectativas de futuro.
Así, hay constancia experimental de que siguiendo las siguientes pautas podemos aumentar nuestras emociones positivas:
La mayor fuente de felicidad: las relaciones sociales
Las relaciones sociales son la fuente más importante de felicidad: cuanto más intensas, más emociones positivas nos traerán y más felices seremos. Y, de entre todas ellas, destacamos la relación de pareja.
Una buena relación de pareja es la más importante fuente de felicidad. Las personas con buenas parejas tienen mejor salud física y mental, menos mortalidad, mayor placer sexual y mejor calidad de vida.
¿Sabemos ser felices?
Muchas personas, a pesar de que objetivamente tienen todo para ser felices, no lo consiguen y no se sienten así. Es verdad. La felicidad es una emoción que surge de lo más interior de nosotros y es parte de nuestras creencias.
Muchas veces, los problemas para conocernos, el hecho de no saber resolver temas pasados o el miedo al futuro nos puede impedir ser felices. Entonces y en ese momento... hay que pedir ayuda. Porque sí, queridos lectores, se puede aprender a ser feliz.
Alicia López Losantos es psicóloga y socióloga