Mascotas
La muerte de un perro puede ser tan dura como la pérdida de un familiar. De hecho, de acuerdo con un estudio de Harris Interactive, el 90% de los americanos que tienen mascotas las consideran miembros de la familia.
La oxitocina, conocida como 'hormona del amor', tiene una función vital a la hora de establecer un vínculo entre madres e hijos en período de lactancia. Según la revista 'Science Magazine', un estudio japonés ha revelado que los niveles de oxitocina de los dueños de perros aumentan un 300% cuando pasan tiempo con sus mascotas.
De acuerdo con la psicóloga Julie Axelrod, la pérdida de una mascota va más allá. Significa la pérdida de amor incondicional, de un testigo de vida, de un compañero o de un protegido, ha asegurado en el boletín 'PsychCentral'.
Axelrod ha explicado que un duelo saludable consiste en "sobrellevar" la pérdida en lugar de "superarla". En sus palabras: "siempre amaremos a nuestra mascota".