EVITA EVENTOS CARDIOVASCULARES
La polipíldora es una estrategia que demuestra mejor coste-efectiva que sus monocomponentes y puede evitar más eventos cardiovasculares al facilitar una mayor adherencia terapéutica, según confirma una investigación realizada por investigadores españoles en colaboración con la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai de Nueva York (EEUU).
El estudio, que acaba de ser publicado en la 'Revista Española de Cardiología', ha evaluado los potenciales beneficios clínicos y el coste-efectividad de esta nueva estrategia terapéutica frente a los mismos monocomponentes y dosis por separado para el tratamiento de pacientes en prevención secundaria cardiovascular desde la perspectiva del Sistema Nacional de Salud (SNS).
"Los resultados evidencian que tomar el policomprimido en lugar de sus monocomponentes podría evitar 46 eventos cardiovasculares no fatales y 11 fatales por cada 1.000 pacientes tratados", ha señalado el doctor Vivencio Barrios, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y primer firmante del estudio, quien afirma que, "cuando se analizan los eventos cardiovasculares de pacientes a los que se prescribe conjuntamente los tres fármacos, se observa una menor tasa de eventos que cuando se prescriben únicamente dos o solo uno de los componentes".
Concretamente, se analizaron los datos en pacientes de más de 40 años, con antecedentes de infarto agudo de miocardio y susceptibles de sufrir un síndrome coronario agudo, ictus no fatal, insuficiencia cardiaca congestiva (que requiere hospitalización), procesos de revascularización no planeados o muerte asociada a problemas cardiovasculares.
En términos económicos, el estudio estima para que un tratamiento sea coste-efectivo en nuestro medio es habitualmente de 30.000 euros por año de vida ajustado por calidad. "En nuestro caso, la premisa de coste-efectividad se cumple de forma contundente, incluso en la hipótesis de varios escenarios propuestos en el estudio que no eran favorables para la polipíldora", apunta Barrios.
Las ventajas de la polípildora en términos de prevención de nuevos eventos cardiovasculares se manifiestan por la facilidad y comodidad de la toma de la misma, que permite facilitar la adherencia de los pacientes. El estudio demuestra que, a los 15 meses, la facilidad en la toma de la polipíldora garantiza un mayor cumplimiento por parte del paciente, concretamente un 76%, mientras que en el caso de tomar los monocomponentes por separado esta tasa de reduce al 49%.
"Al aumentar la adherencia terapéutica gracias al tratamiento con un policomprimido cardiovascular en lugar de los componentes por separado se incrementa el beneficio clínico que puede traducirse en una disminución de la tasa de nuevos eventos, lo que revierte en un menor gasto sanitario para el Sistema Nacional de Salud", añade.
¿Qué es la polipíldora?
La polipíldora cardiovascular es un comprimido para prevención secundaria que contiene ácido acetilsalicílico, para prevenir la formación de trombos; ramipril, para controlar la presión arterial y el remodelado ventricular; y atorvastatina, para controlar los niveles de colesterol.
El estudio ha sido realizado por investigadores del Departamento de Cardiología Adultos, Hospital Universitario Ramón y Cajal; del departamento científico de Ferrer; de la Fundación Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III; del Servicio de Cardiología, HM Hospitales, Hospital Universitario HM Montepríncipe, Boadilla del Monte; y del Servicio de Cardiología, Hospital Arnau de Vilanova en Valencia.
Según destacan los investigadores, la llegada de la polipíldora cardiovascular como terapia de sustitución en prevención secundaria ha supuesto una revolución en el tratamiento de los pacientes con patologías del corazón. "Su eficacia y seguridad, tanto para evitar nuevos eventos cardiovasculares como para garantizar una mayor adherencia por parte del paciente, han posicionado al policomprimido como una clara opción para el SNS", señalan.
Aunque, actualmente, las guías de práctica europeas para pacientes con enfermedad coronaria recomiendan el uso conjunto de ácido acetilsalicílico, estatinas y antihipertensivos, "la realidad es que la prescripción conjunta de estos fármacos en España se da apenas en el 53,3% de los casos".
Además, añade, se presentan variabilidades notables entre hospitales en su prescripción, "situación que aún se agrava más si se considera la baja adherencia terapéutica por parte del paciente, una de las principales preocupaciones de los profesionales sanitarios".