en fase de estudio
Los científicos del Brigham and Women's Hospital de Boston diseñaron esta píldora, compuesta por una cápsula biodegradable del tamaño de un garbanzo que contiene una micro aguja de insulina, según un comunicado de prensa del centro estadounidense.
Una vez en el estómago, la cápsula se disuelve y la aguja se auto inyecta, algo prácticamente imperceptible para los pacientes según Giovanni Traverso, co-autor del estudio, ya que éste órgano no contiene fibras nerviosas receptoras de dolor. Además, el dispositivo oral, también llamado SOMA, es capaz de auto orientarse, gracias a su forma y la distribución de su densidad, para que la micro aguja se inyecte correctamente en el estómago. Por lo tanto, da igual cómo caiga la píldora, siempre va a poder orientarse para estar en contacto con las paredes estomacales.
" Nos evitaría los pinchazos, lo que pasa es que cada enfermo necesita más o menos dosis de insulina, y la cosa es que en este estudio lo de la dosis diferente no lo tienen resuelto todavía" afirma Óscar López de Briñas, enfermo de diabetes y añade "sería ideal para un niño pequeñito o para personas que tienen fobia a pincharse".
El estudio, coordinado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) se ha llevado a cabo hasta ahora únicamente con cerdos en ayuno, a los que administraron en primer lugar dosis de 0,3 mg y después de 5 mg de insulina, una cantidad similar a la que los pacientes con diabetes tipo 2 se inyectan.