Cafeína
La medicación que requieren algunas enfermedades pueden no absorberse debidamente en tu organismo si consumes cafeína.
Comenzar la mañana con un café es una rutina que comparten la mayoría de personas en todas partes del mundo. La cafeínase ha convertido en un elemento indispensable de nuestra rutina, ya sea por necesidad, por placer o por compartir momentos sociales.
Además, gracias a su popularidad, se han realizado numerosos estudios que han enaltecido muchas las buenas propiedades que contiene. Es más, una taza de café al día te aporta los siguientes beneficios:
A pesar de todas estas bondades que conlleva su consumo, la Asociación Salud y Fármaco ha alertado acerca de la peligrosidad de tomar café cuando a pasado poco tiempo desde que te has tomado algún medicamento. Esto se debe a que, tal y como ha explicado el experto en endocrinología, Luis Barrea, se pueden dar interacciones.
El café afecta a la absorción de nutrientes por lo que puede interferir con la imbibición de algunos medicamentos relacionados con determinadas enfermedades.
El consumo de bebidas con cafeína puede aumentar temporalmente la presión arterial. Es más, cuando el consumo es habitual y en cantidad, puede ocasionar un incremento moderado continuo en la presión arterial. Este aumento puede deberse a diversas causas, habiendo personas más sensibles al aumento de la presión arterial de la cafeína.
Sin embargo, si sufres problemas de presión arterial y te estás medicando, pueden darse problemas debido a que mientras que la pastilla intenta reducir tus pulsaciones, el café las aumenta.
Al mezclarse con el café, medicamentos como la amlodipina pueden reducir su eficacia y aumentarte la frecuencia cardiaca. Aunque se recomiende evitar su combinación, no es algo que vaya a poner en riesgo tu vida.
Las personas que sufren problemas derivados de la tiroides suelen ser medicadas con levotiroxina.
Al combinar este fármaco con el café se puede ver comprometida su absorción, por lo que se recomienda que se evite la mezcla.
El National Health Service (NHS) de Reino Unido recomienda tomarla 30 minutos antes de consumir cafeína para que pueda cumplir totalmente su función.
Las personas que padecen asma suelen ser tratadas con broncodilatadores tales como la aminofilina o la teofilina. Esta medicación provoca que se relajen las vías respiratorias, por lo que tomar cafeína puede provocar dolores de cabeza, molestias estomacales, inquietud e irritabilidad.
A su vez, también conlleva la reducción de la absorción de los fármacos.
Los medicamentos que se usan para tratar la ansiedad, el insomnio, la depresión u otras enfermedades mentales deben tomarse una o dos horas después del café. Muchos de estos medicamentos buscan relajar la mente, mientras que la cafeína la activa.
Un ejemplo sería el caso del medicamento leptosique, utilizado para tratar padecimientos psiquiátricos.
La Asociación Estadounidense de Diabetes llevo a cabo un estudio que refleja que el consumo de cafeína puede elevar los niveles de insulina y de azúcar en la sangre.
Cuanta más cafeína consumas, más podría dificultarse la regulación del azúcar en sangre. Esto hace que aumente el riesgo de complicaciones vinculadas a la diabetes.
Los medicamentos indicados para tratar alergias y refriados contienen componentes como clorhidrato de pseudoefedrina. Estos mezclados con el café pueden sobre estimular el sistema nervioso central, incrementando los síntomas de inquietud, irritabilidad e insomnio.
En general, los comprimidos de fexofenadina se deben consumir evitando tomarlos junto a alimentos ricos en grasas, refrescos, café o zumos de frutas, ya que alteran el efecto del fármaco.