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Un viaje a 'el infierno' de la selva del Darién, la ruta de migrantes más peligrosa de América

Unas 1500 personas cruzan cada día la frontera más peligrosa en busca de una mejor vida. Antena 3 Noticias ha conocido de primera mano la zona junto a UNICEF.

La frontera que separa Colombia de Panamá se ha convertido en una de las más peligrosas para los migrantes que deciden cruzarla. La selva del Darién, llena de ríos y acantilados, entre otras dificultades, hace de este recorrido todo un reto de supervivencia. Además de tener a la mafia colombiana al acecho. Antena 3 Noticias ha viajado junto a Unicef para conocer de primera mano la difícil situación que viven muchas de estas personas a diario.

Bajo Chiquito (Panamá), que es el primer núcleo urbano que hay después de la selva, se ha convertido en un refugio para todas aquellas personas que consiguen sobrevivir al recorrido durante su huida. Cada vez son más las personas las que pasan por esta aldea, una cantidad que ha batido su propio récord. Hasta el 30 de junio, se calcula que 196.371 personas recorrieron esta ruta, más de la mitad procedentes de Venezuela.

"El flujo ha aumentado tan rápido que tenemos que adaptarnos y responder a esa misma velocidad"

Jhon Tovar, de UNICEF

Solo en 2022 atendieron a más 250 mil personas ofreciendo ayuda y cobijo a todos aquellos que consiguen llegar. Cada día llegan a Bajo Chiquito cerca de 1.500 personas a través de piraguas de madera tras estar varios días sin comer ni dormir, además de estar llenos de picaduras de mosquitos selváticos y sin poder casi caminar.

La mafia colombiana utiliza las redes sociales para engañar a los usuarios, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad. Estas organizaciones se encargan de difundir que la frontera es fácil de cruzar y que llegarán a su destino de una forma fácil.

La labor de UNICEF, clave en la zona

Ante esas circunstancias, resulta clave la labor de UNICEF en la zona. Han instalado una planta de tratamiento de agua y un espacio para recibir a los niños que llegan exhaustos después de jornadas muy difíciles en la selva. "No hay suficientes baños ni agua, el flujo ha aumentado tan rápido que tenemos que adaptarnos y responder a esa misma velocidad", explica Jhon Tovar, responsable de Higiene y Saneamiento de UNICEF a Antena 3 Noticias.

Ahora, la labor de Bajo Chiquito es adaptarse pronto a las circunstancias y al flujo de migración, que es cada vez mayor, dotándola de baños y recursos para poder atender a todas las personas que llegan. Llegar a esta aldea es solo una etapa en un recorrido en busca de una mejor vida hasta llegar a recorrer todo Centroamérica.