EN MAGUNCIA
Veinte artistas internacionales han transformado 200 toneladas de hielo y nieve en enormes esculturas de motivos de la cultura alemana relacionados con el Adviento, la Navidad y el invierno.
Una exposición en la localidad alemana de Maguncia muestra desde finales de noviembre estas obras de arte en un recinto cerrado enfriado artificialmente a una temperatura de ocho grados centígrados bajo cero. Los escultores han utilizado tradicionalmente materiales como el barro, la piedra, la madera, el hierro, el bronce, el oro, el plomo, el yeso, la porcelana, la arena y la sal.
Más recientemente se encuentran esculturas de materiales sintéticos procedentes de plásticos o creadas mediante juegos de luces y de rayos láser, pero en la exposición de Maguncia los escultores dan forma al agua congelada.
La exposición se llama 'Eiswelt Mainz' (El mundo del hielo Maguncia) y está en el antiguo almacén de los servicios de Correos de Maguncia, que es la capital del estado federado alemán de Renania-Palatinado, en el suroeste de Alemania, también conocida porque es el lugar donde Johannes Gutenberg inventó la imprenta.
Entre los artistas, procedentes de todo el mundo, se encuentran algunos campeones del mundo en esculpir el hielo como los holandeses Martin de Zoete y Marieke van der Meer, la húngara Zsolt Toth, el ruso Vladímir Kuarev y el estadounidense Roger Wing.
Tras realizar una primera visita a ocho grados bajo cero, es posible volver a entrar en calor con un café, té, chocolate o un vino caliente, el llamado 'Glühwein', que se compone de vino tinto caliente con especias y se toma tradicionalmente durante el periodo de Adviento en los mercados de Navidad alemanes.
Las 200 toneladas de hielo proceden de fábricas de Letonia, Bélgica y Francia, que suministraron quinientos bloques de hielo de un metro y medio de altura y medio metro de anchura. Los mayores bloques pesan una tonelada y media y los más pequeños unos 120 kilogramos, dijo Oliver Hartmann, uno de los organizadores de la exposición.
Los veinte artistas de diez países diferentes pasaron en Maguncia dos semanas para tallar las esculturas; primero con motosierras y martillos y después con cinceles para modelar los detalles. Las esculturas combinan bloques de hielo blanco con otros transparentes a los que se les ha quitado el aire.