prevista para este fin de semana en el marco de la cumbre del G20 EN ARGENTINA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló una reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en la cumbre del G20 en Argentina, que estaba prevista para este fin de semana, en respuesta a las detenciones de buques ucranianos por parte de Moscú en el mar Negro.
"Dado que los buques y los marineros no han sido devueltos a Ucrania por (parte de) Rusia, he decidido que lo mejor para todas las partes es que cancele la reunión prevista en Argentina con el presidente Vladímir Putin", escribió Trump en su cuenta de Twitter desde el avión presidencial en el que se dirige a Buenos Aires. Trump afirmó que no mantendrá una reunión bilateral con Putin minutos después de decir ante la prensa en la Casa Blanca que "probablemente" sí se encontraría con su homólogo ruso. El mandatario estadounidense dijo a los periodistas que este es "un muy buen momento" para reunirse con Putin, aunque advirtió de que iba a ser informado en detalle sobre la polémica entre Kiev y Moscú durante su viaje a Argentina y que eso determinaría su decisión final.
El Kremlin anunció que Putin y Trump se iban a encontrar el 1 de diciembre en Buenos Aires para tratar temas como la lucha contra el terrorismo y el desarme nuclear. La propia Casa Blanca aseveró este martes que Trump mantendría una reunión bilateral con Putin a lo largo de la cumbre del G20, además de encontrarse con los líderes de Argentina, Alemania, China, Japón, Corea del Sur y la India.
El domingo pasado, buques de guerra rusos interceptaron y dispararon en el estrecho de Kerch, que une los mares Negro y de Azov, contra tres barcos ucranianos acusados por Moscú de entrar sin permiso en aguas territoriales rusas junto a la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia, y arrestaron a sus tripulaciones. La tensión en el mar de Azov se desencadenó desde que Moscú construyera en mayo el puente de Crimea que une con el territorio ruso esta península anexionada por Rusia, tras lo que se redoblaron las inspecciones de los buques ucranianos, algo que Kiev considera un bloqueo de facto de sus puertos en la zona.