Francia
Una vecina de la zona ha explicado que salió al balcón de su domicilio y vio tres cuerpos en el suelo.
Una tragedia ha conmocionado el 14º Distrito de París, cuando un hombre ha arrojado a sus hijos de dos y cinco años desde la ventana de su apartamento en el quinto piso, para luego suicidarse lanzándose al vacío.
El trágico incidente ocurrió tras una disputa en el hogar del hombre, según informaron fuentes policiales citadas por el diario 'Le Parisien'. La noticia fue inicialmente reportada por 'Valeurs Actuelles'.
Fuentes de 'Le Parisien' indicaron que los dos niños fueron trasladados de inmediato a un centro hospitalario, donde permanecen ingresados en la unidad de cuidados intensivos. Una vecina que fue testigo del suceso relató que salió al balcón de su domicilio y vio tres cuerpos en el suelo, evidenciando la magnitud de la tragedia.
La respuesta de las autoridades ha sido rápida. Un juez y representantes de la brigada de protección de menores ya están trabajando en el caso, buscando esclarecer las circunstancias que llevaron a este acto desesperado y trágico.
Este incidente ha dejado a la comunidad parisina consternada y subraya la importancia de la intervención temprana en situaciones de crisis familiar. Las autoridades han pedido respeto y privacidad para los afectados mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes.
Este podría ser un nuevo caso de violencia vicaria, una forma de violencia de género en la cual el agresor busca causar daño a su pareja o expareja a través de la violencia ejercida sobre sus hijos o hijas.
Este tipo de violencia se caracteriza porque el agresor utiliza a los menores como instrumentos para infligir dolor y sufrimiento a la madre, aprovechando el vínculo afectivo que esta tiene con sus hijos.
Esta forma de violencia tiene un profundo impacto psicológico, causando traumas, ansiedad y depresión tanto en la madre como en los hijos. Suele ocurrir en el contexto de relaciones de abuso y maltrato doméstico, donde el agresor ya ejerce otras formas de violencia contra la mujer.
Los niños experimentan traumas profundos, trastornos de ansiedad, depresión y problemas de comportamiento, afectando su desarrollo emocional y psicológico a largo plazo.
La madre sufre dolor y sufrimiento por el daño a sus hijos, enfrentando sentimientos de culpa, impotencia y un deterioro de su salud mental.
En muchos países, la violencia vicaria está reconocida legalmente como una forma de violencia de género, con medidas de protección y recursos para las víctimas.
Servicios sociales, organizaciones de apoyo y autoridades judiciales trabajan para ofrecer protección y apoyo tanto a las madres como a los niños afectados. La violencia vicaria es una manifestación extrema de la violencia de género, requiriendo atención y acción urgente para proteger a las víctimas y prevenir futuras tragedias.
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