RECIBIÓ ASILO POLÍTICO DE RUSIA
El extécnico de la CIA Edward Snowden disfruta de sus primeras veinticuatro horas de libertad fuera del aeropuerto moscovita de Sheremétievo, después de que Rusia le concediera asilo temporal en un claro desafío a Estados Unidos.
Casi nada se sabe de sus primeros pasos en el territorio ruso tras abandonar la sala de tránsito de Sheremétievo que le dio cobijo durante más de cinco semanas. "Ya ha resuelto el problema de la vivienda. Todo está bien", dijo el abogado ruso Anatoli Kucherena, que actúa como asesor legal de Snowden, quien es reclamado por la Justicia de Estados Unidos por revelar una trama de espionaje masivo de las comunicaciones por los servicios secretos norteamericanos.
El jurista, que la víspera señaló a la prensa que el lugar de residencia de Snowden se mantendrá en secreto para garantizar su seguridad, agregó que no sabe cuándo podría producirse un posible encuentro de fugitivo de la Justicia estadounidense con la prensa. "De momento, no. Pero en los próximos días conseguiré averiguar algo", dijo a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti Kucherena, quien ayer le entregó a Snowden la documentación rusa de asilado temporal. Poco después, el letrado reveló que cursará a la brevedad posible, a través de la embajada rusa en Washington, una invitación oficial a Lon Snowden, el padre del extécnico de la CIA, para que pueda viajar a Rusia y visitar a su hijo.
"A Snowden le será fácil adaptarse (en Rusia) porque psicológicamente somos muy parecidos a los estadounidenses", comentó el doctor Mijaíl Vinográdov, director del Centro de Asistencia Psicológica para Situaciones Extremas. La decisión del Gobierno ruso de concederle asilo temporal a Snowden ha hecho saltar chispas en Washington. "Rusia nos ha apuñalado por la espalda, y cada día que al señor Snowden se le permite deambular libremente, se hunde más el puñal", declaró Charles Schumer, senador demócrata por Nueva York.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó, a su vez, que EEUU está "extremadamente decepcionado" por la concesión de asilo a Snowden. Advirtió incluso de que la Casa Blanca evalúa la "utilidad" de la cumbre bilateral que los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Vladímir Putin, tienen previsto celebrar en Moscú los primeros días de septiembre próximo, previa a la reunión del G20 en la ciudad rusa de San Petersburgo.
El embajador de Estados Unidos en Moscú, Michael McFaul, se reunió con Yuri Ushakov, asesor de Putin, para "hablar sobre el desarme nuclear, Siria, la defensa antimisiles, el comercio, los derechos humanos y el nuevo estatus del señor Snowden", según informó la misión diplomática estadounidense a través de Twitter.
Expertos rusos coincidieron en que si bien Estados Unidos podría cancelar la cumbre bilateral de septiembre, difícilmente tomará decisiones que empeoren gravemente las relaciones entre Washington y Moscú. "Lo más probable es que las relaciones se mantengan en el mismo nivel, porque la agenda bilateral es muy corta y son pocas las cosas que pueden empeorar", dijo Fiódor Lukiánov, director de "Globálnaya Polítika", revista especializada en política exterior y relaciones internacionales.
Según Lukiánov, la cumbre prevista para septiembre tiene un carácter "absolutamente simbólico", pues no hay temas urgentes que resolver y, por tanto, si no llega a celebrarse no supondrá un perjuicio adicional a las relaciones entre Moscú y Washington.
En ese mismo sentido se pronunció el conocido politólogo ruso Serguéi Karagánov, quien admitió la posibilidad que Obama anule la cita con Putin en Moscú. Pero coincidió con Lukiánov en que es muy poco probable que cancele su asistencia a la cumbre del G20 en San Petersburgo. "Sería un desaire no sólo al anfitrión, sino a todos los participantes", recalcó Karagánov.