'LOS CORREOS PRIVADOS DE UN ASESINO DE MASAS'
El libro, titulado 'Los correos privados de un asesino de masas', está basado en los más de 7.000 correos electrónicos que el grupo de 'hackers' noruego Noria extrajo de las cuatro cuentas de correo de Breivik y envió posteriormente al autor del libro, Stormak, y a la Policía.
Sorprendentemente parece que Breivik, condenado a finales de agosto a 21 años de prisión por el tribunal de Oslo, cuenta con un gran número de seguidores según palabras del propio autor del libro."Es sorprendente cuántas palabras de apoyo llegaron de gente que estaba de acuerdo con Breivik y sus ideas políticas, muchas de ellas para expresar su apoyo poco después de los ataques". "El libro abrirá los ojos a mucha gente", ha dicho Stormak, en declaraciones recogidas por la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
Asimismo, ha apuntado que Breivik fue influenciado por otras personas antes de llevar a cabo los ataques, que se saldaron con la muerte de 77 personas en un atentado con coche bomba en Oslo y en un tiroteo posterior en la isla de Utoya, donde se estaba celebrando un campamento de las juventudes laboristas.
"Sus contactos sugieren que podría haber alguna participación psicológica, que había gente que motivó a Breivik a hacer lo que hizo el 22 de julio", ha dicho. "Incluso si hay la más mínima posibilidad de que estos ataques se repitan, el caso ha de ser investigado más allá", ha agregado Stormak.
El autor de la matanza será recluido en la prisión Ila, en las afueras de Oslo, en celdas relativamente espaciosas que incluyen una sala de ejercicios, un ordenador y una televisión. La pena de 21 años de cárcel podría ampliarse a su conclusión si las autoridades consideran, pasado ese tiempo, que sigue siendo un peligro para la sociedad.
Muchos supervivientes y familiares de las víctimas habían reclamado que se declarase sano, ya que, en caso contrario, hubiera disminuido su responsabilidad por los ataques.
El propio Breivik había advertido de que presentaría un recurso si el tribunal lo consideraba mentalmente incapaz y lo hubiese encerrado en un psiquiátrico en lugar de en una cárcel.
La fiscalía había pedido su reclusión en un psiquiátrico, mientras que los expertos médicos consultados a lo largo del proceso, habían dado versiones contradictorias en torno a la salud mental de Breivik.