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El relato de una joven hondureña que migró a México: "Mi papá nos pegaba mucho y llegó a abusar de mi hermana y de mí"

Este es el duro relato de una adolescente que se vio obligada a huir de su país para escapar de la violencia. Como ella, un 40% de las adolescentes de Guatemala, Honduras, El Salvador y México consideran la violencia social como un problema cotidiano en sus vidas y una de cada cinco (el 19%) lo ve como un motivo para migrar.

Dos niñas migrantes Plan Internacional

"Mi papá era violento, nos pegaba mucho todo el tiempo y llegó a abusar de nosotras, de mi hermana y de mí, por eso nos venimos, para que ya no volviera a suceder, nos salimos con mis otros hermanos y mi tía y acá ya nos sentimos mejor, más tranquilas". Es el duro relato de una adolescente de origen hondureño entrevistada en México.

Su historia es la de muchas adolescentes que se ven obligadas a migrar de su ciudad de origen, e incluso a cambiar de país, para huir de la violencia a la que están expuestas en su comunidad. El 40% de las adolescentes de Guatemala, Honduras, El Salvador y México consideran la violencia social como un problema cotidiano en sus vidas y una de cada cinco (el 19%) lo ve como un motivo para migrar. Estas son las conclusiones del informe 'Mujeres en crisis: la vida en contextos de movilidad en la región de Centroamérica y México'.

Este estudio ha analizado las opiniones de las jóvenes sobre la educación, violencia, movilidad interna y la migración de estos 4 países. Centroamérica es una de las regiones con mayor situación de pobreza y vulnerabilidad del mundo, debido a una combinación de factores como la desigualdad por razón de género y edad.

En América Latina y el Caribe hay 7,9 millones de migrantes menores de 18 años, y las niñas y adolescentes representan el 20% del total de las mujeres que migran. Por desgracia, durante la migración están expuestas a una violencia mayor de la que sufren en su país de origen, ya que durante el tránsito se exponen a riesgos mucho mayores como la trata, el secuestro o la extorsión.

"Mujeres adolescentes enfrentan día tras día amenazas que ponen su vida en riesgo al momento de migrar en Centroamérica. Estamos trabajando en una respuesta que proteja a las familias y principalmente a las adolescentes en estos contextos para prevenir la violencia, el abandono escolar y los riesgos durante el desplazamiento", indica Débora Cóbar, directora regional de Plan International para las Américas y el Caribe.

"El informe revela que las adolescentes del Triángulo Norte de Centroamérica y México se enfrentan a graves situaciones de violencia y discriminación de forma cotidiana. La violencia y la falta de oportunidades las obligan a abandonar su educación y las empujan a huir, en un tránsito migratorio en el que sufren nuevas violaciones de sus derechos, muchas veces repetidas en el retorno a su país de origen", ha asegurado Concha López, directora general de Plan International.

¿Por qué motivos migran de su país de origen?

La violencia en entornos familiares, comunitarios y educativos, la falta de oportunidades económicas, la búsqueda de empleo y de oportunidades formativas son los principales motivos de estas adolescentes para migrar. El 45,7% de las adolescentes señalan la falta de empleo como motivo para migrar, seguidas por la violencia (19,1%), la dificultad para acceder a la educación (11,7%) y la inseguridad (7,4%).

"A veces las personas emigran por situaciones de violencia, porque en sus casas o comunidad hay maltrato, porque hay síntomas de violencia. Aquí está como una puerta cerrada, no vemos oportunidades", explicaba una adolescente de 18 años entrevistada en El Salvador.

A falta de mecanismos eficaces de denuncia, las adolescentes generan estrategias de protección para prevenir la violencia sexual y las represalias de los grupos criminales organizados: "Mi mamá tuvo que vestirme de hombre casi todo el camino para evitar que me pasara algo, y aquí cuando tenemos que salir a algún trámite, me siento insegura", cuenta una adolescente venezolana, de 15 años, entrevistada en México.

En muchos casos, la educación de las niñas y adolescentes se ve interrumpida de manera indefinida durante las migraciones, dificultando sus oportunidades de futuro y su reinserción escolar tanto en los países de acogida, como en sus países de origen. Las dificultades burocráticas afectan el acceso para las estudiantes que migran, y, aunque el 59,6% considera la escuela como espacio seguro, una de cada tres lo señala como inseguro por violencia física, emocional, sexual y psicológica, también en los trayectos.

¿Qué recomienda Plan Internacional?

Plan International insta a los gobiernos, donantes, organizaciones y a la sociedad en general a trabajar conjuntamente para garantizar los derechos y mejorar las condiciones de vida de las adolescentes migrantes y desplazadas internamente de Centroamérica y México, considerando sobre todo los temas referentes a la educación y protección.

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