El primer año en la Casa Blanca de Joe Biden, marcado por la pandemia y la crisis económica

No ha sido un año fácil. Lo ha reconocido el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden. "Ha sido un año de desafíos, pero también ha sido un año de avances enormes", aseguró el mandatario en rueda de prensa.

Hundido en las encuestas: ahora mismo, tiene una aprobación de solo el 40,9%, según 'RealClearPolitics', el punto más bajo desde que entró en la Casa Blanca, Biden se ha tenido que enfrentar al bloqueo legislativo por la oposición de los republicanos y algunos demócratas, la persistencia de la pandemia y el desencanto de jóvenes y minorías.

Pero hay más, el demócrata, que heredó un país dividido tras la administración Donald Trump, ha gestionado la peor crisis institucional que se recuerda con el asalto al Capitolio y se ha visto obligado a defender una retirada de Afganistán más que controvertida. Mientras el caos se adueñaba del país que dejaban atrás los soldados, el coronavirus hacía estragos en Estados Unidos.

Los logros en el primer año de Biden

También ha habido logros. Biden se enorgullece de haber conseguido que 200 millones de estadounidenses estén completamente vacunados y la creación de 6 millones de nuevos puestos de trabajo.

El presidente también ha logrado aprobar un gasto en infraestructuras muy ambicioso: más de un trillón de dólares. Pero una de sus promesas de campaña: el faraónico plan de gasto socioeconómico, que haría que EEUU disfrutara de beneficios sociales adquiridos hace años en otros países como la baja de maternidad o la baja médica, ha fracasado.

Para rematar, el país sufre la mayor inflación de los últimos 40 años. Y la tensión con Rusia, el eterno enemigo, se acerca cada día a un nuevo escenario de Guerra Fría. La esperanza de Biden son los 3 años que le quedan de mandato aunque hoy —tan solo 12 meses después de tomar posesión del cargo— se haya convertido en uno de los presidentes más impopulares del país.