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El papa Francisco pide a Corea del Norte que le invite a visitar el país: "No diré que no"

El papa Francisco asegura que visitará Corea del Norte si el régimen le invita. El abuelo de Kim Jong-un, primer líder norcoreano, ejecutó y metió en campos de concentración a miles de católicos.

Papa FranciscoEfe

Lejos de achantarse a su avanzada edad, el papa Francisco sigue asumiendo el riesgo de visitar algunos de los lugares más peligrosos del planeta. El pontífice, que cumplirá 86 años el próximo mes de diciembre, ya manifestó su deseo de visitar Ucrania ya empezada la guerra, aunque de momento no ha podido acudir. Ahora, Francisco asegura que estaría dispuesto a visitar Corea del Norte si Kim Jong-un accede a que pueda visitar su país.

Ha sido en una entrevista a una televisión de Corea del Sur, donde Francisco se ha compadecido de ambos países tras la Guerra de Corea, que se produjo entre los años 1950 y 1953 después de que los comunistas del norte invadieran la zona sur. La guerra dividió Corea en dos países, los cuales permanecen actualmente igual que hace 69 años. En sus declaraciones, Francisco hizo un gesto de apreciación hacia toda Corea, diciendo que "ustedes, el pueblo coreano, han sufrido por la guerra".

Sobre una hipotética visita a Corea del Norte, el pontífice asegura que no pondría ningún impedimento, diciendo que acudirá encantado: “Cuando me inviten, es decir, por favor, invítenme. No diré que no”. Sobre el contenido de su visita al régimen de Kim Jong-un, Francisco señala que el objetivo primordial de su visita sería "simplemente la fraternidad" y "trabajar por la paz". Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur hasta el pasado mes de mayo, y creyente de la fe católica, halagó al papa por sus palabras.

Corea del Norte, territorio hostil para los católicos

Cuando la Península de Corea se dividió en dos en el año 1953, ya terminada la guerra, el catolicismo pasó a ser considerado un tabú en Corea del Norte. Kim Il-Sung, abuelo de Kim Jong-un y primer líder supremo de Corea del Norte, ordenó ejecutar a miles de católicos, y a los que no mató, los metió en la cárcel o los encerró en campos de concentración. La mayoría de creyentes de la fe católica huyó a Corea del Sur, temerosa de sufrir la feroz represión del régimen comunista.

A partir del año 1988, se flexibilizó ligeramente la posibilidad de que la fe católica fuera permitida en el país, aunque todavía hay muchas restricciones a los católicos. Según Estados Unidos, apenas hay 800 personas que se han confesado creyentes del catolicismo en el país, aunque Corea del Norte quintuplica esa cifra. Aproximadamente dos terceras partes de la población norcoreana (casi un 65 %) aseguran no creer en religión alguna.

En Corea del Norte, que se autodenomina como un estado socialista, se practica el llamado 'culto a la personalidad', que trata de mostrar a sus líderes supremos como auténticos héroes que deben ser admirados obligatoriamente por la sociedad. El hijo de Kim Il-Sung y padre de Kim Jong-un, Kim Jong-il, falleció en 2011 y se obligó a todos los ciudadanos a acudir a su funeral público; aquellos ciudadanos que no lloraban o no mostraban pena suficiente eran multados o incluso castigados con penas de prisión.

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