Daniel Sancho
La Fiscalía considera que va a ser difícil probar que hubo premeditación. Esto beneficiaría a Daniel Sancho.
El juicio contra Daniel Sancho entra en su recta final y desde Tailandia ha llegado un titular muy relevante para los intereses del hijo de Rodolfo Sancho: la propia Fiscalía ha declarado este miércoles que va a ser difícil probar que hubo premeditación. ¿Esto qué significa?
La acusación mantiene que el asesinato de Edwin Arrieta fue un crimen con premeditación y, si esto se demostrara, Daniel Sancho podría ser condenado a pena de muerte. La presencia o ausencia de premeditación es la clave para que Sancho se libre de la pena capital, por lo que este es ahora el quid de la cuestión.
"Puede ser premeditado o no, porque el camino de la investigación para llegar a la premeditación es difícil. No solo en este caso, sino en todos los de asesinato premeditado en general", ha explicado Jeerawat Sawatdichai, el fiscal del caso.
El pasado martes, dos forenses declararon que el cuerpo de Edwin Arrieta fue golpeado "con violencia" tras encontrar unas marcas que habrían sido producidas con algún objeto contundente o con el puño de la mano. Según Juan Gonzalo Ospina, el abogado de la familia Arrieta, esta información demostraría que el crimen no fue un accidente. "La muerte fue producida de forma clara y contundente por parte de Daniel Sancho", declaró a los medios de comunicación.
Pero la defensa de Daniel Sancho mantiene que esos golpes "violentos" que se habrían encontrado en el cadáver de Arrieta fueron causados en el contexto de una pelea mutua y en defensa propia, y no de manera estudiada con antelación. Rodolfo Sancho considera que "todas las peleas son violentas", dejando ver que eso no demuestra nada.
La familia Arrieta, aunque considera que Sancho sí tenía preconcebida la idea de acabar con el cirujano colombiano, solicita que "sea condenado por un asesinato con premeditación o sin premeditación", indistintamente. "No tenemos ningún interés personal en la causa, simplemente que se haga justicia (...) Y que el juez determine si lo que hizo Sancho tuvo un plan prestablecido o no", ha explicado el abogado Gonzalo Ospina.
Daniel Sancho, de 29 años, fue detenido el pasado 5 de agosto tras confesar el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano, cuyos restos fueron esparcidos por la isla de Phangan (cercana a Samui). Esa fue su primera versión, pero después se declaró inocente y desde entonces ha mantenido que la muerte se produjo durante una pelea en defensa propia.
La Fiscalía le acusa del asesinato de Arrieta, pero también de la ocultación del cuerpo, del descuartizamiento del cadáver y de la destrucción de documentación ajena, en referencia a la desaparición del pasaporte del colombiano. Sancho se declara no culpable del asesinato premeditado, pero ha aceptado los otros cargos.
En principio, está previsto que el juicio oral concluya el 3 de mayo. El próximo jueves es el día clave, ya que está previsto que hable el acusado.
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