Tailandia
La mujer despertó cuando estaba a punto de ser incinerada después de su supuesto fallecimiento.
Chataporn Sriphonla se ha convertido en noticia en Tailandia después de que 'resucitara' en su propio funeral, cuando estaba a punto de ser incinerada. La mujer de 49 años padecía un cáncer de hígado diagnosticado.
El pasado 29 de junio fue trasladada desde su casa a un hospital en la provincia de Udon Thani (Tailandia). De camino al hospital, los sanitarios creyeron que la mujer había dejado de respirar y declararon su muerte antes incluso de llegar a la clínica hospitalaria. Rápidamente avisaron de la defunción a la familia.
La madre de Chataporn Sriphonla, Mali, comenzó a preparar su funeral siguiendo la tradición budista de una cremación rápida: la mujer iba a ser incinerada tras pasar la noche en el templo Wat Sri Phadung Pattana. Inmediatamente compraron un ataúd y coordinaron las ceremonias con el personal del templo.
La ambulancia nunca llegó a su destino inicial, el hospital. Directamente se desvió del trayecto para llevar el cuerpo sin vida al templo. Para sorpresa de los sanitarios, la mujer abrió los ojos.
Los sanitarios comprendieron entonces que aquella mujer no había muerto. Fue entonces trasladada urgentemente al Hospital Ban Dung Crown Prince, donde recibe atención médica desde ese momento hasta día de hoy.
"Mi hija estaba siendo tratada por cáncer en el hospital, pero los médicos nos dijeron que solo tenía pocas posibilidades de sobrevivir. Quería que pasara sus últimos momentos con la familia, así que arreglé que la llevaran de vuelta a nuestra casa", ha explicado su madre en declaraciones recogidas por el diario 'Daily Mail'.
Los familiares afirman estar confundidos por el incidente, pero creen que Chataporn Sriphonla 'revivió' porque quería ver a sus hijos antes de morir.
No es la primera vez que ocurre algo parecido. De hecho, el pasado mes de junio, una mujer declarada muerta fue encontrada con vida dentro de su propio ataúd durante la celebración de su velatorio en Ecuador.
Bella Montoya, de 76 años, fue declarada muerta por una parada cardiorrespiratoria. Sus familiares y amigos estaban velándola cuando, de repente despertó. Llevaba cinco horas de velatorio dentro del ataúd cuando comenzó a moverse.
"Nos dieron hasta un certificado de defunción", dice su hijo, que todavía no asume ver a su madre con vida. La anciana fue declarada muerta en un hospital de Babahoyo, supuestamente de un paro cardiorrespiratorio derivado de un derrame cerebral. Pero después de su 'resurrección', los médicos creen que pudo sufrir una catalepsia.
Su hijo publicó en sus redes sociales lo siguiente: "Mi mami está con oxígeno. Su corazón está estable. El médico pellizcó su mano y ella reaccionó". Ahora Bella se recupera de su 'muerte' en el mismo hospital de Ecuador que la envió al tanatorio. "Ahora solo quiero que mi madre mejore", comenta con lágrimas en los ojos su hijo.