Tribunal Supremo
La jueza progresista del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Ruth Bader Ginsburg, ha fallecido a los 87 años a consecuencia de un cáncer de páncreas que sufría desde hacía años. Según ha informado la corte en un comunicado, Ginsburg había sufrido "complicaciones" en la enfermedad.
La magistrada "falleció esta noche rodeada de su familia en su casa de Washington, D.C., debido a complicaciones de una metástasis en el cáncer de páncreas", ha informado el tribunal en un escrito en el que el jefe del Tribunal Supremo, John Roberts, rindió homenaje a la magistrada.
"Nuestra nación ha perdido a una jurista de estatura histórica. Todos en el Tribunal Supremo hemos perdido a una compañera querida. Hoy guardamos luto, pero tenemos confianza en que las futuras generaciones recordarán a Ruth Bader Ginsburg como nosotros la conocimos, una campeona de la justicia incansable y resuelta", escribe Roberts.
Ginsburg era la jueza de más avanzada edad de los nueve magistrados que conforman el Supremo y en los últimos años había tenido problemas de salud que habían forzado varios ingresos hospitalarios. La jueza llevaba años luchado contra el cáncer: en 2009 superó uno de páncreas; en 2018 tuvieron que extirparle unos nódulos malignos de su pulmón izquierdo; y en el verano de 2019 reapareció el tumor en el páncreas.
Ruth Bader Ginsburg llevaba casi 30 años en el Tribunal Supremo, donde llegó en 1993 como la segunda mujer de la historia que ocupaba un puesto en esta corte, después de toda una carrera dedicada a causas feministas y a los derechos civiles.