EN ESTADOS UNIDOS
Juanita Gómez, de Oklahoma en Estados Unidos, ha sido acusada de matar a su hija de Ginebra al golpearla varias veces y forzarle a meterse un crucifijo por la garganta. Cuando la policía la encontró se encontraba ya muerta tumbada en la cama con un gran crucifijo sobre el pecho y con traumas en la cabeza.
Posteriormente, la madre afirmó ante el juez que su hija estaba poseída por el diablo y que los moratones y la partes del cuerpo que tenía hinchadas se los había hecho su hija "cuando intentó deshacerse de Satanás". Además, según el informe, Juanita vio morir a su hija y posteriormente la colocó en forma de cruz. A continuación llamó a la policía para confesar el crimen.
Juanita se encuentra ahora en la cárcel sin fianza, en la que ya estuvo por posesión de drogas y tráfico de armas en 2009, según informa News 9.