CÁMARA DE SEGURIDAD DE UN ESTABLECIMIENTO
A grandes males... grandes remedios. Es lo que debieron pensar los ladrones protagonistas de esta historia. La cámara de seguridad grabó sus pasos. Los tres, cubiertas las caras, entran en un establecimiento a robar.
Se dirigen al cajero; su intención es robar el dinero que hay dentro. Sin embargo, parece que no lo consiguen, por mucho que lo intentan. ¿La solución? Llevarse por delante el cajero completo.