Acoso sexual
El juez australiano ha determinado que Bruce Lehrmann, un exasesor del gobierno, violó a una compañera, Brittany Higgins en un despacho del Parlamento y desestima el caso de difamación de la cadena de televisión 'Network 10'.
Un juez declara culpable a Bruce Lehrmann, ex miembro del personal del gobierno, de la violación de una compañera, Brittany Higgins, en un despacho del Parlamento australiano en 2019.
Se trata de un complicado caso que ha mantenido en vilo y ha conmocionado a la opinión pública australiana durante años.
Higgins denunció la violación tras una noche de fiesta y lo contó en una entrevista en una de las principales cadenas de televisión de Australia, 'Network Ten', aunque nunca nombró a Lehrmann.
Él siempre ha negado haber mantenido relaciones sexuales con la víctima, hasta tal punto que decidió demandar por difamación a la cadena de televisión.
Ahora un juez del Tribunal Federal da la razón a Brittany Higgins. "El señor Lehrmann violó a la señorita Higgins", concluye el juez Michael Lee en una larga sentencia seguida por miles de personas en directo en YouTube desde el Tribunal Federal de Sídney.
El juez ha concluido que ambos mantuvieron relaciones sexuales esa noche, en marzo de 2019, pero que Higgins estaba tan ebria que era imposible que diera su consentimiento, y que Lehrmann no intentó obtenerlo. "Estoy convencido de que lo más probable es que el estado mental del señor Lehrmann fuera tal que estaba tan concentrado en la gratificación que se mostró indiferente al consentimiento de la señorita Higgins", dijo Lee.
El juez añade que también se necesitaban "matices" para evaluar el testimonio de Brittany Higgins, a quien describe como "una testigo compleja e insatisfactoria". Añade que "a veces dijo mentiras cuando le convenía".
Por tanto el juez concluye que condena a Lehrman de la violación basándose en el estándar más bajo de "equilibrio de probabilidades" utilizado en los juicios civiles, en lugar del estándar "más allá de toda duda razonable" utilizado en los juicios penales ."Me apresuro a enfatizar que este es un hallazgo en el equilibrio de probabilidades", ha dicho en el Tribunal.
Para llegar a ese fallo, el juez ha tenido que examinar notas, textos, audios y mensajes en redes sociales y correos electrónicos. Le parecieron una "guía mucho más segura" de lo que ocurrió esa noche que el testimonio de Lehrmann o Higgins.
Repasó las imágenes de un circuito cerrado de televisión de un bar de Canberra que mostraba a la pareja con otros compañeros bebiendo y compartiendo rondas. Higgins había consumido 11 copas y en la cámara se veía cómo tropezaba.
Según el juez, la pareja regresó a la Casa del Parlamento por sugerencia de Lehrmann para beber whisky, rechazando las afirmaciones del exasesor de que había ido allí para recoger las llaves de su casa y tomar notas sobre un acuerdo con un submarino francés.
El juez se plantea por qué Lehrmann se fue solo a casa en Uber después de unos 40 minutos."Uno esperaría que un hombre con modales, ante la posibilidad de dejar a una mujer joven a altas horas de la noche y acompañada, que sabía que había estado bebiendo, comprobara si se había ido y, en caso contrario, cómo llegaba a casa sana y salva", dijo Lee.
Higgins fue encontrada por un guardia de seguridad con el vestido recogido que dijo que la miró y se revolvió en posición fetal. Higgins abandonó sola la Casa del Parlamento al cabo de un par de horas y no presentó inmediatamente una denuncia ante la policía.
"El sentido común sugiere que es obvio que había un pensamiento dominante en la mente del Sr. Lehmann cuando se acercaba a la Casa del Parlamento y no tenía nada que ver con contratos de submarinos franceses", dijo Lee.
Esta sentencia asesta un importante golpe al intento de Leherman de limpiar su nombre y su imagen. "Esta sentencia es un triunfo de la verdad", ha afirmado un portavoz de Network Ten en un comunicado.
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