LUTO EN EL PAÍS

Japón lucha por salir adelante cuando se cumple una semana del terremoto

Las últimas cifras oficiales hablan de 6.911 muertos, 10.316 desaparecidos y  26.000 damnificados.

A las 14.46 una sirena recuerda que se cumple una semana del terremoto. Un minuto de silencio en el que se paran los trabajos de rescate. Se detiene el reparto de comida en los centros de evacuados y se hace un alto en el recuento de los desaparecidos.

Japón contiene la respiración al recordar el momento más trágico de su historia reciente. Las últimas cifras oficiales hablan de 6.911 muertos, 10.316 desaparecidos y 26.000 damnificados.

La costa noreste de Japón es una zona fantasma. En la ciudad de Tono nadie cruza sus calles, en la estación no paran los trenes en la barbería, su dueña ve pasar las horas sin atender a un sólo cliente.

Apenas queda combustible y muchos hacen cola para recoger la cantidad que les han asignado. Otras gasolineras han cerrado ya. Y los supermercados que siguen abiertos luchan contra las dificultades para rellenar las estanterías.

En Ofunato, antes próspera ciudad pesquera, recogen del agua algunas pertenencias. Mientras, continúan los trabajos de desescombro y las tareas de rescate. "Llegamos aquí el domingo y, desde entonces, no hemos encontrado supervivientes", dice un bombero.

Sólo las ambulancias rompen el silencio en Sendai. Aquí todavía siguen vivos algunos rescoldos pese a la nieve y al frío. El calor reina sólo en los centros para evacuados. Casi medio millón de personas hacen su vida en pabellones, colegios y edificios públicos.

Tampoco hay luz y cerca de un millón de personas están sin agua, pero la ayuda internacional sigue llegando. El primer cargamento estadounidense ya ha aterrizado, y los soldados se hacen a la calle para que el país del sol naciente vuelva a ver amanecer.

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