Mafia siciliana
Una de las casas era un bunker en el que se han encontrado una biografía de Putin, pastillas de Viagra y billetes de avión.
La detención en Palermo de Matteo Messina Denaro, el capo más buscado de Italia, ha llevado a los investigadores a seguir los pasos que le llevaron a estar escondido durante tanto tiempo. Gracias a su detención también se ha descubierto las viviendas que utilizaba como escondites y su alto tren de vida.
Se hacía llamar Andrea Bonafede y pasaba desapercibido en el siciliano pueblo de Campobello di Mazara, donde se dejaba ver en varias ocasiones haciendo la compra. Sin embargo, su doble vida le permitió permanecer en la sombra más tiempo. Matteo Messina Denaro, como realmente se llama, tenía además otras dos viviendas en el mismo pueblo. Una de ellas era un bunker con una puerta oculta.
Los secretos de Matteo Messina Denaro
Lo que se ha encontrado en estas viviendas revelan el verdadero carácter de este capo siciliano. Junto a billetes de avión, joyas, preservativos y pastillas de Viagra, la Policía ha hallado libros. Entre ellos, una biografía de Putin. En la pared también había dos póster colgados, uno de Marlon Brando en 'El Padrino' y otro del Joker, el villano de Batman.
Un vecino del lugar, Roberto Cottone, asegura que la mafia siciliana ya no es lo que era: "Antes se sufría en silencio. Ahora se intenta luchar". Además, Cottone fue protagonista de un episodio con la mafia, pero se negó a pagarles por su restaurante.
Tan solo hay satisfacción por lo que se va encontrando. Pero por ahora, nada más. Ni el dinero que escondía, ni los documentos que el anterior jefe de los Corleone, Toto Riina, le entregó antes de ser detenido. La oportunidad de poder dar con esos papeles revelarían los secretos de la mafia durante las últimas tres décadas. Entre ellos, los atentados contra los jueces antimafia Falcone y Borsellino. "En ningún otro país de Europa o del mundo se tardarían 30 años en capturar a un fugitivo de tal calibre", dice Salvatore Borsellino, hermano del fiscal antimafia Paolo Borsellino.
Hoy, a sus casi 60 años, ha perdido mucho poder, pero incluso encerrado sigue siendo el capo de la Costa Nostra.