China
El hombre invirtió alrededor de 2.700 euros en un funeral viviente que no ha gustado a la Policía china, que ha abierto una investigación.
Hay personas desconfiadas, pero lo del protagonista de esta historia no tiene precedentes. En China, un hombre de 84 años fingió su propia muerte para ver quién asistiría a su funeral y cómo reaccionarían sus allegados. El experimento le costó la friolera de 2.700 euros y, aunque ha creado cierta controversia, asegura que no se arrepiente.
A quien no le ha gustado la broma es a la Policíachina, que ha abierto una investigación a este hombre porque consideran que ha faltado al respeto a la tradición, así como a los verdaderos difuntos.
Simula su muerte y funeral para ver quién asiste
El hombre, de apellido Zhang y residente de la provincia de Anhui, celebró su funeral en el pueblo donde vive el pasado 27 de febrero. La falsa ceremonia fue capturada en un video que, desde entonces, se ha vuelto viral en las redes sociales del continente, según el portal 'Jimu News'.
En la mañana del funeral, más de 100 vecinos se congregaron alrededor de la casa de Zhang, donde les había preparado una fiesta a modo de agradecimiento por su ayuda.
Después de la comida, el funeral de tres horas comenzó con Zhang sentado sobre un ataúd rojo en la parte trasera de un camión en movimiento mientras saludaba a las personas conocidas del pueblo. Un grupo de vecinos siguieron el camión montados en triciclos y motocicletas, formando una especia de procesión.
Zhang explica que tuvo la idea de fingir su muerte después de que se comprase ataúd para prepararse para su eventual muerte. Cuando les dijo esto a algunos de sus vecinos, sugirieron que valía la pena conmemorarlo, lo que le dio al hombre la idea del funeral viviente.
El anciano, además, afirma que en ocasiones se siente solo. Su mujer falleció hace dos años y sus dos hijos, ya adultos, se emanciparon hace tiempo, por lo que vive solo. Según apunta, el funeral era un proyecto que le iba a ocupar tiempo y que le podría animar. Asimismo, añade que no avisó a sus familiares por el funeral.
El funeral le costó a Zhang casi 20.000 yuanes, lo que equivale a 2.700 euros, pero asevera que ese gasto valió la pena porque lo había disfrutado.