SE CUMPLE UN AÑO
Salah Khashoggi, hijo del periodista asesinado Jamal Khashoggi, salió en defensa de Arabia Saudí y acusó a los "enemigos" de Occidente y Oriente de "explotar" el caso, cuando se cumple un año de su desaparición y muerte en el consulado saudí en Estambul.
"Un año pasó de la muerte de mi querido padre, los oponentes de la patria y sus enemigos en el este y el oeste han explotado su caso para destrozar mi patria y a mis líderes", indicó anoche Salah en su cuenta oficial de Twitter.
"No voy a aceptar que se explote su memoria y su caso para lograr esto después de su muerte", afirmó el hijo, residente en Arabia Saudí y que también tiene nacionalidad estadounidense, país donde se había exiliado el periodista crítico.
"Repito lo que he dicho anteriormente: Tengo total confianza en los jueces del reino y en que se haga justicia absoluta con los autores del horrible crimen. Voy a ser como fue Jamal Khashoggi, fiel a Alá, después a la patria y a sus líderes", concluyó en su tuit.
El 23 de octubre, después de que Riad admitiera la muerte del periodista, el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, y el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, recibieron a Salah y a otro familiar del disidente para transmitirles sus condolencias.
La imagen del rostro serio de Salah al estrechar la mano de Bin Salman generó polémica en las redes sociales desatando todo tipo de comentarios, en medio de las voces que apuntaban a que el príncipe fue quien ordenó el asesinato.
El pasado abril, medios estadounidenses afirmaron que los hijos de Khashoggi habían recibido una serie de bienes y pensión por parte de las autoridades saudíes, aunque el propio Salah dijo el día 10 de ese mes a través de Twitter que esas informaciones eran "inmorales" y que no había tenido lugar ninguna negociación sobre un acuerdo.
El 2 de octubre de 2018, se perdió la pista de Khashoggi cuando entró al consulado de su país en Estambul para pedir un certificado de matrimonio para casarse con su prometida turca, que lo esperaba en la calle.
En los días posteriores a su desaparición, Riad negó cualquier implicación, aunque tres semanas después las autoridades tuvieron que admitir que Khashoggi había muerto por una pelea accidental en el interior de la legación diplomática.
La Fiscalía saudí admitió que el asesinato de Khashoggi fue premeditado pero negó cualquier vinculación de la familia real con el plan para acabar con su vida.
La relatora de Naciones Unidas para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, señaló en un informe el pasado junio que el Estado saudí "debe ser visto como responsable" del asesinato y apuntó a "evidencias creíbles" que vinculan a Bin Salman con la muerte del periodista.