JAPÓN TAMBIÉN HA PARTICIPADO
Estados Unidos ha deslpegado bombarderos estratégicos B-1B en torno a la península coreana en respuesta al misil intercontinental lanzado por Corea del Norte el viernes, según informó el ministro de Defensa de Japón, país que ha participado en estas maniobras aéreas. En los ejercicios han tomado parte junto a los dos bombarderos estadounidenses cazas japoneses F-2, según detalló en rueda de prensa el titular nipón de Defensa, Fumio Kishida.
No es la primera vez que el Pentágono decide desplegar estos aviones, estacionados en su base aérea de Andersen en la isla de Guam, para exhibir músculo militar en respuesta ante lo que considera provocaciones por parte norcoreana.
Ya los envió a las inmediaciones de la península coreana tras el misil intercontinental (ICBM) que lanzó el pasado 4 de julio el régimen de Kim Jong-un y a finales de mayo después de que Pyongyang disparase un proyectil de corto alcance.
Washington lo desplegó también el pasado 20 junio tras el anuncio de la muerte del estudiante estadounidense Otto Warmbier, que falleció después de ser enviado de vuelta a Estados Unidos en estado comatoso tras pasar 17 meses detenido en Corea del Norte.
El despliegue estadounidense pretende responder al lanzamiento el pasado viernes de un ICBM, el segundo que prueba con éxito en su historia Corea del Norte. El misil, un Hwasong-14, voló 998 kilómetros durante unos 47 minutos y alcanzó una altitud máxima de 3.724,9 kilómetros antes de caer en el Mar de Japón (llamado 'Mar del Este' en las dos Coreas).
Corea del Norte consideró un éxito la prueba y aseguró que puede alcanzar cualquier parte de Estados Unidos con este arma. Sin embargo los expertos dudan que Pyongyang pueda equipar aún cabezas nucleares en los misiles o lograr que éstos efectúen correctamente la reentrada en la atmósfera (algo indispensable para golpear con precisión un objetivo).
Las continuas pruebas de armas de Pyongyang -la del viernes fue la decimocuarta en lo que va de año- han elevado la tensión en la península coreana y endurecido la retórica de la Administración Trump, que ha insinuado la posibilidad de realizar ataques preventivos contra Corea del Norte.