CON DOS ROSAS SOBRE SU BUTACA
El Parlamento británico rindió un emotivo tributo a la diputada laborista proeuropea Jo Cox, asesinada a tiros el pasado jueves, en una sesión extraordinaria en la que políticos de diferentes grupos destacaron su entrega a las causas humanitarias, su pasión y solidaridad.
En la recta final de la campaña por el referendo europeo, los diputados hicieron una pausa para homenajear a su colega, cuya inesperada muerte a los 41 años por disparos de un hombre mentalmente perturbado y vinculado con círculos neonazis ha impactado al país.
Con dos rosas -una roja y una blanca- sobre la butaca vacía de Cox y con esa flor en la solapa de la chaqueta de cada parlamentario, el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, recordó cómo la joven política luchó por aquellos que eran "víctimas de la pobreza, discriminación e injusticia".
"Un ataque así no sólo atenta contra una persona sino contra nuestra sociedad. Y por eso nos reunimos aquí: para honrar a Jo y redoblar nuestra dedicación a la democracia", dijo Bercow al definir a Cox como una colega "cariñosa, elocuente, con principios y sabia".
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, quien solicitó la celebración de esta sesión especial, rememoró en un discurso cargado de emoción que a la diputada "le arrebataron la vida" mientras "representaba y servía" a quienes la eligieron como parlamentaria en su circunscripción de Batley and Spen.
"Pasó su vida sirviendo y haciendo campaña por otras personas, como trabajadora de Oxfam o para (la organización) Freedom Fund, contra la esclavitud, o como activista política y feminista", resaltó.
El "espeluznante ataque" contra su colega de partido, que iba a cumplir 42 años este miércoles, constituye "un ataque contra la democracia" que ha dejado a todo un país "conmocionado y entristecido", lamentó el dirigente laborista.
Dirigiendo la mirada hacia la galería de los Comunes, donde siguieron la sesión el marido de la víctima, Brendan Cox, sus dos hijos -una niña de tres años y un niño de cinco-, los padres y hermana de la fallecida y otros familiares y amigos, Corbyn dijo que pueden estar "orgullosos" de "todo lo que (Cox) fue, todo lo que consiguió y todo por lo que luchó".
Por su parte, el primer ministro, David Cameron, habló de la tristeza en la que ha quedado sumido este país tras el asesinato de una "colega y amiga extraordinaria", una mujer "cariñosa, decidida, apasionada y una política progresista".
El 'premier' expresó la "indignación" ante el "repugnante y despreciable" ataque a manos del presunto asesino Thomas Mair, que en su primera comparecencia el sábado ante la justicia gritó "muerte a los traidores. Libertad para el Reino Unido".
Mair volvió a testificar ante el tribunal penal de Old Bailey, en Londres, mediante vídeo conferencia desde la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, donde permanece bajo custodia.
En su intervención, Cameron elogió también a Bernard Kenny, el hombre de 77 años que "trató de salvar la vida" de Cox cuando ésta sufrió la fatal agresión y resultó herido durante el forcejeo.
El líder conservador conoció a la diputada -una de las figuras con más proyección dentro del Laborismo- en 2006 cuando colaboraba como trabajadora humanitaria en Darfur (Sudán), "uno de los países más peligrosos, luchando por las vidas de los refugiados", y remarcó que Cox "personificaba lo mejor de la humanidad".
"Hay personas en este planeta que están hoy aquí vivas gracias a Jo", una política que pertenecía a una circunscripción "multiétnica, de comunidades multiconfesionales, a las que hacía sentir integradas".
Tras la sesión extraordinaria, en la que muchos diputados no pudieron evitar las lágrimas, los políticos se dirigieron a un servicio religioso que se celebró a continuación en la iglesia de Santa Margarita, al lado del Parlamento.
La muerte de Cox ha dejado en estado de shock al Reino Unido en la recta final del crucial plebiscito de este jueves, cuando los británicos decidirán si continúan o se marchan de la UE.
El suceso motivó la suspensión de la campaña durante tres días por parte de los dos bandos -pro Unión y a favor del "brexit"- y dio un giro inesperado al debate, forzando a los políticos a la reflexión por el tono crispado adquirido sobre todo en materia de inmigración y economía, los dos puntos más espinosos.