porque atenta contra la dignidad de la persona

El Vaticano pide, por primera vez en su historia, abolir la pena de muerte en todo el mundo

Es la nueva postura de la Iglesia que ha aprobado el Papa Francisco con la modificación del Catecismo católico. Hasta ahora, el Vaticano permitía la pena de muerte en algunos casos, para castigar delitos de gravedad. Ahora, en el nuevo catecismo, la rechazan de forma absoluta.

El Papa ha declarado la pena de muerte "inadmisible" bajo cualquier circunstancia tras hacer un cambio en la redacción del artículo 2267 del catecismo de la Iglesia católica que se refiere a la misma, según ha informado la oficina de prensa del Vaticano a través de un comunicado.

En el nuevo escrito se lee que la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que "la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo". La decisión del pontífice fue adoptada tras una reunión con el Prefecto para la Congregación de la Fe, el cardenal español Luis Francisco Ladaria Ferrer, el pasado 11 de mayo cuando se dispuso que la nueva doctrina sobre la pena capital fuera traducida a todas las lenguas e insertada en las ediciones del catecismo.

El artículo sobre la pena de muerte comienza asegurando que "durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común".

Para afirmar a continuación: "Hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves. Además, se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado. En fin, se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente".

De esta forma, el Papa Francisco ha erradicado del catecismo la defensa de la pena de muerte que en el pasado hacía la Iglesia católica en algunos casos. En la redacción anterior, el catecismo justificaba su implementación cuando estaba "fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas". "La enseñanza tradicional de la Iglesiano excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte".

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