ESTE JUEVES LLEGA A PERÚ
El Papa Francisco volvió a conectar con los jóvenes durante su visita a Chile con un discurso repleto de guiños al vocabulario y usos juveniles y les proporcionó la "contraseña" para estar siempre conectados a Jesús.
El Papa que ha celebrado una misa en Temuco, en la Araucanía, regresó tras el almuerzo a la capital para dedicarla a los jóvenes, una de las citas que más le gusta al pontífice en sus viajes internacionales. Por ello al pontífice se le vio feliz y al discurso preparado lo enriqueció con algunas de sus anécdotas y palabras porteñas que hicieron reír a los miles de jóvenes congregados en este santuario donde se encuentra la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de Chile.
A los chicos y chicas presentes les agradece porque "se han levantado del sofá y se han puesto los zapatos" para venir aquí "Y para aquellos que no han tenido el coraje de levantarse del sofá, ¡que se muevan rápido y se pongan los zapatos!", exclamó.
Francisco relató que un chico le confesó que se ponía de mal humor cuando se le acaba la batería del móvil o perdía la señal de internet porque se quedaba fuera de mundo. Este ejemplo fue el inspirador del discurso del papa, que aseguró que "en la fe nos puede pasar lo mismo y cuando comienza a bajar nuestro ancho de banda y empezamos a quedarnos sin conexión, sin batería, y entonces nos gana el mal humor, nos volvemos descreídos, tristes, sin fuerza, y todo lo empezamos a ver mal".
Antes estos jóvenes reunidos en este santuario y que habían esperado durante horas la llegada del papa, les dijo que al perder "esa conexión que le da vida a nuestros sueños, el corazón comienza a perder fuerza". Y entonces citó una estrofa de una canción del grupo rock chileno 'La ley'.
"Me preocupa cuando, al perder señal, muchos sienten que no tienen nada que aportar y quedan como perdidos. Nunca pienses que no tienes nada que aportar o que no le haces falta a nadie. Todos somos necesarios e importantes, todos tenemos algo que aportar", les dijo. Entre gritos de "Esta es la juventud del papa", Francisco dio a los jóvenes también su particular "contraseña" para sus móviles: "¿Cuál es entonces "la contraseña" para conectarse con Aquel que es 'Camino, Verdad y Vida'?, les preguntó y explicó que la contraseña de san Alberto Hurtado era muy simple. Y les animó a apuntarla: "¿Qué haría Cristo en mi lugar?".
En la escuela, en la universidad, en la calle, en casa, entre amigos, en el trabajo; frente al que le hacen bullying". "Es la contraseña, la batería para encender nuestro corazón, encender la fe y la chispa en los ojos" y les instó a usarla continuamente para no olvidarla. "¿Cuál es la contraseña?", les interpeló en varias ocasiones durante el acto Jorge Bergoglio y los jóvenes respondieron en coro: "¿Qué haría Cristo en mi lugar?".
Tras el encuentro con los jóvenes, el Papa se dirigió a la Pontificia Universidad de la capital para el encuentro con el mundo académico. Allí Francisco retomó el tema de la convivencia, también con los pueblos originarios, necesaria para que crezca una Nación en paz.
"Es necesario que la adquisición de conocimiento sepa generar una interacción entre el aula y la sabiduría de los pueblos que conforman esta bendecida tierra", consideró, porque de este modo, "se producirá esa sinergia tan enriquecedora entre rigor científico e intuición popular" Y en este sentido, el papa indicó que es "indispensable prestar atención a los pueblos originarios con sus tradiciones culturales" para que se conviertan en "los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios".