DE CARA A LA NOCHE DE HALLOWEEN
En Halloween salen a la luz todos los deseos ocultos. Es la noche de los fantasmas, de los vampiros y de las calabazas y qué mejor plan para celebrarla que convertirse en un auténtico vampiro. Esta es la oferta que propone el castillo de Drácula en Transilvania.
Es la idea que se les ha ocurrido a los propietarios del 'Castillo de Bran' en el que está inspirada la novela de Bram Stoker. La historia real cuenta que en estos muros vivió en el siglo XV 'Vlad el Emperador' que tenía la cruel costumbre de utilizar estacas para empalar a sus víctimas.
Por primera vez alguien podrá dormir dentro de esta fortificación en un auténtico ataúd, degustar una cena especial en la que no habrá ajo, ni utensilios de plata y tampoco espejos. Es decir, podrá sentirse como un auténtico vampiro.