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Guerra Rusia y Ucrania

Las duras historias de refugiados que huyen de la guerra en Ucrania: "Hemos visto tanto horror"

Son 2,69 millones los ucranianos que han huido de Ucrania desde que comenzó la guerra. Muchos de ellos cuentan sus historias de superación hasta llegar a los países vecinos.

Son 2,69 millones los ucranianos que han huido de su país tras la invasión rusa, según las cifras de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR. Más de la mitad ha llegado a la vecina Polonia, que acoge 1,6 millones de refugiados. Otros se encuentran en Hungría, Rumanía, Eslovaquia o en otros países.

El éxodo de refugiados ucranianos es el mayor que se vive en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Son más de dos semanas desde que millones de ciudadanos ucranianos abandonaron sus país huyendo de la guerra. En el camino coinciden niños, ancianos y mujeres. Y con ellos sus maletas en carreteras peligrosas. "El camino estaba lleno de minas", explica una refugiada.

Un milagro, dicen, porque han atravesado zonas en poder del Ejército ruso. "Cuando pasas el puesto de control ruso no sabes qué tiene en la mente el idiota. Hemos visto tanto horror", cuenta otro refugiado. Pero no viajan solos, se unen y crean una fraternidad que sobrelleva la huida y un futuro incierto.

Historias de huida

Son millones de historias. Katarina acaba de llegar a la capital polaca. Allí, en una estación de autobús, abraza a sus padres durante unos minutos. Ellos regresan a Ucrania desde Cuba, donde estaban de vacaciones. Su hija en cambio no volverá a Kiev.

"Es lo más horrible. Podría ser la última vez que vea a mis padres", se lamenta entre lágrimas.

Yulia ha decidido quedarse en Polonia. El viaje a la frontera ha sido difícil. Su hija pequeña tiene epilepsia y su hijo de 11 años es autista. "Fue tan difícil sostener las manos de mis hijos para que no se cayeran con el equipaje", relata.

Millones de personas huyen del país, pero otros regresan a su país a luchar contra la invasión. Es el caso de Tristán, que llega desde Estados Unidos. Tiene 22 años y dice que está dispuesto a morir.

"Mi mamá estaba destrozada. Mi papá fue más comprensivo", cuenta. Tristán reconoce que no tiene experiencia militar, pero sí algo de miedo. Aunque eso no le frena, en los próximos días llegará al frente.

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