SU MADRE SUPO QUE ESTABAN UNIDOS TRAS DAR A LUZ

Dos bebés siameses guineanos unidos por el vientre son separados con éxito en un hospital de París

En la operación, que duró unas diez horas, los cirujanos tuvieron que cortar el hígado y los intestinos, órganos que los dos hermanos compartían. Uno de los niños ya ha podido volver a una vida normal desde la intervención del 26 de mayo, mientras que esperan que el otro se encuentre en la misma situación "en unos días".

Un equipo médico del hospital Necker de París separó con éxito la semana pasada a dos bebés siameses guineanos que estaban unidos por el vientre y compartían el hígado y parte de los intestinos, informó el cirujano que dirigió la operación. Yves Aigrain explicó en una entrevista a la cadena BFM TV que uno de los niños ya ha podido volver a una vida normal desde la intervención del 26 de mayo, mientras que esperan que el otro se encuentre en la misma situación "en unos días".

La operación duró una decena de horas y se necesitó en particular cortar el hígado, pero también los intestinos, una parte de los cuales eran privativos de cada uno de ellos, pero la otra compartida. También hubo que seccionar una veintena de centímetros de piel en el vientre y proceder a su sutura, de lo que se encargaron dos cirujanos plásticos (Jacques Buis y Patrick Diner) supervisados por una tercera (Marie-Paul Vázquez).

Hassan y Boubacar nacieron hace cuatro meses y medio en el hospital universitario de Conakry, la capital de Guinea, y hasta el momento del parto nadie -ni siquiera su madre, Fatoumata, de 27 años-, sabía que los gemelos estaban pegados. "Sólo sabíamos que (Fatoumata) esperaba gemelos, ninguna sorpresa en una familia en la que ya hay muchos", incluido el padre, explicó el médico que se había encargado del nacimiento en Guinea, Daniel Agbo-Panzo, en declaraciones al diario Le Figaro.

Abgo-Panzo señaló que "era la primera vez que nacían siameses vivos en nuestro país" y los médicos rápidamente se pronunciaron en favor de su separación y se buscaron centros en los que se podría hacer. La primera dama de Guinea Conakry se puso en contacto con la embajada francesa y Agbo-Panzo con la ONG francesa La Cadena de la Esperanza, que organiza operaciones en Francia para niños que no pueden ser atendidos en sus países.

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