POR ENCIMA DE MELANIA
Durante los cien primeros días de la presidencia de Donald Trump, la presencia de Ivanka ha sido constante. Ella siempre está ahí: en las
reuniones, en los saludos oficiales... Y se ha llegado a fotografiar sentada tras
la mesa presidencial.
Desde el primer día de la presidencia de Donald Trump, Ivanka parecía ejercer como primera dama. Su presencia era masiva en todos los actos oficiales de su padre, pero nadie sabía porque estaba allí. Nadie en la nueva administración sabía explicar cuál era el papel que jugaba la hija del presidente de EEUU.
Desde las filas demócratas arreciaban las críticas por las posibles incompatibilidades al ser la hija del presidente. Pero Ivanka ha seguido ejerciendo como principal consejera y como oficiosa primera dama. Eso sí, ella misma aclaró que, pese a disponer de un despacho, no tendrá un sueldo.