NASA
La NASA ha innovado una vez más, ha creado una idea novedosa y rompedora para conseguir colonizar la Luna. Los investigadores explotaran y evaluaran diversas arquitecturas para identificar tecnologías habilitadoras.
La NASA y el gobierno de Estados Unidos intervinieron fondos para extraer del regolito lunar y agua del hielo lunar. De esta forma, conseguirán utilizar el oxígeno en sistemas de soporte vital para el consumo humano como oxidante para vehículos de lanzamiento que procedan de la Luna.
Incluso, se prevé que estas tecnologías sean puestas a prueba en el satélite desde el año 2024 y aporten un apoyo a los astronautas en la misión de Artemis.
La agencia espacial estadounidense argumenta que "los esfuerzos financiados actuales para la extracción de oxígenos in situ consisten en embotellar el oxígeno en tanques de gas comprimido o licuarlo y almacenarlo en dewards. Cualquiera de los enfoques requiere el transporte de tanques o dewards a varias instalaciones para su uso".
El proceso implica el movimiento del oxígeno en los rovers que consumen más cantidad de energía que el proceso de extracción, teniendo en cuenta que es el aspecto más costoso en la obtención de oxígeno in situ para su uso en la Luna.
Una tubería del Polo Sur
La NASA propone una alternativa: una 'tubería de oxígeno del Polo Sur Lunar'. Es decir, una tubería de oxígeno gaseosa en el Polo Sur de la Luna para el proyecto NIAC en FASE I, que "revolucionará las operaciones en la superficie lunar para el programa Artemis".
Este dispositivo de los investigadores de la NASA, servirá para ayuda a explorar y evaluar múltiples de arquitecturas de sistemas diversas para crear un oleoducto lunar y así identificar tecnologías habilitadoras y producir una hoja de ruta integral para desarrollar una infraestructura innovadora.
Del transporte de oxígeno a cubrir distancias
De entrada, se planteó un gasoducto de cinco kilómetros para transportar oxígeno gaseoso desde una fuente de producción de O2 hasta una planta de almacenamiento. L-SPOP o 'Tubería de oxígeno' está compuesta de segmentos de tubería in situ que están ajustadas para cubrir la distancia y hacer un análisis preliminar.
El diseño modular es adaptable, reparable y evolutivo debido a las técnicas de fabricación y extracción de recursos in situ, dando como resultado una larga vida útil para la tubería. Este oleoducto se diseñará para construir robóticamente metales derivados del regolito con un mínimo de material transferido desde la Tierra, tener una tasa de flujo de oxígeno de menos de 2 kilos a la hora y así conseguir operar con una energía mínima durante la vida útil de la tubería.