Daniel Sancho
La Policía da por concluida la investigación y pide la pena de muerte para Daniel Sancho. Solo el rey de Tailandia podría salvarle.
Aún son muchas las incógnitas sobre el caso de Daniel Sancho. El hijo del actor español fue arrestado el pasado sábado 5 de agosto en Tailandia tras reconocer la autoría del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, a quien confesó haber matado y descuartizado. Tras esto, el juez ordenó su ingreso en prisión hasta que la investigación del caso llegara a término.
Sancho ya lleva más de una semana en la cárcel de la isla de Koh Samui, a la espera de que la Policía finalice sus pesquisas y el juicio se lleve a cabo. Pese a que la ley tailandesa permitiría que la investigación durase casi tres meses -84 días concretamente-, las autoridades consideran que ya tiene pruebas suficientes para encausar al hijo de Rodolfo Sancho.
Tras la confesión del español de haber matado al cirujano colombiano y las pruebas recabadas por las autoridades, estas han dado por concluida la investigación declarando que fue un asesinato con premeditación, delito que en Tailandia se condena con la pena de muerte.
Las autoridades han confirmado que Sancho apuñaló en la parte derecha del pecho a la víctima. Después de eso, Arrieta se caería y golpearía, por lo que aún se desconoce si fue el apuñalamiento o el posterior golpe lo que le provocó la muerte.
También se ha confirmado que el español tardó tres horas en descuartizar el cuerpo y que se quedó una hora más para limpiar y desinfectar todo. De momento, las autoridades no han encontrado el cuchillo con el que Sancho apuñalaría a Arrieta, aunque sí han encontrado otros dos cuchillos y una sierra.
Con las grabaciones de las cámaras de seguridad, unidas a las muestras de ADN y al ahora construido relato de los hechos, las autoridades tailandesas consideran que ya tienen pruebas suficientes para acusar a Sancho de asesinato con premeditación. Los agentes creen que el joven español no tuvo cómplices y que lo tenía todo pensado debido a las compras previas que realizó antes del crimen, por lo que descartan totalmente la posibilidad de que todo haya sido un accidente.
El juicio se celebrará en septiembre previsiblemente. El asesinato con premeditación es un delito que la Justicia tailandesa castiga con la pena de muerte. Pero Daniel Sancho aún podría librarse si el rey de Tailandia decidiera apiadarse de él y salvar su vida. Esto ya ocurrió hace tres años cuando un español llamado Artur Segarra fue acusado con pena capital por matar a un compatriota y descuartizarlo. En este caso la pena de muerte fue conmutada por el rey de Tailandia por una cadena perpetua.
El destino de Sancho está en manos del Maha Vajiralongkorn, coronado como Rama X. Es uno de los reyes más ricos y extravagantes del mundo. Sus súbditos le tratan como a un semidiós e incluso se tiran al suelo en su presencia para no estar por encima de él. El monarca no se priva de lujos y en sus viajes al extranjero siempre llama la atención luciendo prendas de ropa extravagantes y dejando ver sus tatuajes.
Esta es la única persona que podría conmutar una pena de muerte de Daniel Sancho. Podría revocarla con un indulto real reemplazando la pena de muerte por otra condena: la cadena perpetua.
En caso de que el supuesto anterior se diera y que Daniel Sancho tuviera que enfrentarse a una cadena perpetua, se abriría una nueva posibilidad. Aunque España y Tailandia no cuentan con un convenio de extradición, sí que existe un tratado internacional que permite que el reo termine de cumplir su pena de prisión en su país de origen.
De esta forma, una vez que Sancho hubiera cumplido un tiempo mínimo de codena en Tailandia, podría volver a España a seguir cumpliéndola. Esto quiere decir que se enfrentaría a la pena tailandesa, pero con la legislación penitenciaria española.
Aunque de momento no se prevé que Sancho sea trasladado de la prisión de Koh Samui, en el caso de que finalmente sea condenado a cadena perpetua, muy probablemente deberá cumplir su condena en Bang Kwang, una cárcel de máxima seguridad de Bangkok.
Bang Kwang es conocida con mucha sorna como el 'Hilton' de Bangkok porque sus comodidades están muy lejos de las de un hotel 5 estrellas. Allí cumplen condena muchos culpables de delitos muy graves y es el lugar donde sigue cumpliendo su condena Artur Segarra.
En ella los presos están hacinados en las celdas, hay decenas e incluso centenares de hombres en una misma celda. Hasta 2013 los presos llevaban grilletes para que no corrieran o pegaran patadas. Además, se sabe que la comida es escasa y de mala calidad.