Sucesos
Ya hubo un caso parecido al de Daniel Sancho en Tailandia hace unos años. Este precedente podría encauzar qué futuro tendrá el hijo del conocido actor español tras su confesión y su puesta en prisión provisional.
Las próximas horas son cruciales para el detenido Daniel Sancho. El autor confeso del crimen de Edwin Arrieta ya ha entrado en prisión provisional por orden del juez, aunque su condena y su destino aún están por decidir.
Son muchos los que se preguntan en qué se va a basar la decisión del juez para dictar sentencia contra Sancho. Por eso, se estudia el precedente: Artur Segarra. Este español secuestró, torturó y descuartizó a David Bernat. El castigo fue la condena a muerte, una pena conmutada por el rey tailandés, quién, por fortuna para Segarra, cambió la decisión el mismo día de su cumpleaños como gesto de clemencia. La pena pasó entonces a cadena perpetua.
Un giro inesperado que cambió el destino de Segarra, quien lleva tres años esperando un posible traslado a España para cumplir la pena en nuestro país, algo que todavía no termina de llegar y que puede que, de igual manera, Sancho tenga que vivir en su propia piel.
A la espera de dictaminar la pena, Daniel Sancho se encuentra en prisión provisional. Ha sido esta misma tarde cuando el joven ha ingresado en la prisión de Koh Samui, al sur de Tailandia. Si nada cambie el cauce, será en este país donde el español cumpla condena por los delitos cometidos.
Sin embargo, las cárceles tailandesas nada tienen que ver con las españolas. Dentro nos encontramos muchísimos impedimentos y dificultades para sobrevivir: hacinamiento, falta de asistencia médica, escasez de alimentos y escasez de agua. Así es allí la vida en las cárceles, donde la población reclusa multiplica por dos su capacidad. Muchos de los internos también se quejan de tratos inhumanos dentro de los barrotes.