Viñeta gráfica
Alfredo Boto refleja en su nueva viñeta gráfica la situación actual de Siria tras La caída del régimen de Bashar al Assad.
Tras trece años de guerra civil que dieron inicio tras el estallido de la Primavera Árabe en 2011, la ofensiva de fuerzas rebeldes y yihadistas encabezadas por Hayat Tahrir al Sham (HTS) lograron derrocar al régimen de Bashar al Assad. La caída de la capital, Damasco, a manos de los rebeldes puso fin al régimen de Bashar al Assad tras 24 años gobernando Siria.
En ese momento, Al Assad huyó junto a su familia en un avión con destino incierto. Más tarde, en un comunicado, el Kremlin informó que Bashar al Assad y su familia habían recibido asilo político en Moscú por motivos humanitarios. El Ministerio de Exteriores ruso informó que el expresidente abandonó Siria y ordenó una transferencia pacífica del poder. "Rusia no participó en estas negociaciones", afirmó el comunicado, aunque destacó la importancia de un diálogo inclusivo para el futuro del país.
Alfredo Boto ha plasmado este panorama político en la viñeta. En la imagen, se ve a Bashar al Assad sudando nervioso mientras se dirige a su esposa, Asma al Assad, junto a un ataúd convertido en maleta. Ella le pregunta: "¿No había una maleta mejor para escapar?", a lo que él responde: "¡Es lo único que tenía a mano!". La escena refleja la huida precipitada del exmandatario y simboliza el entierro político de su régimen tras años de gobierno autoritario. El ataúd como "equipaje" de Al Assad puede interpretarse como una metáfora de su derrota y del cierre de su capítulo en la historia de Siria.
El comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias, Mazlum Abdi, calificó la jornada como "histórica" y una oportunidad para construir un Estado basado en la justicia y los derechos de todos los ciudadanos. Mientras tanto, las fuerzas insurgentes anunciaron medidas para proteger las instituciones y garantizar la estabilidad en el territorio liberado. Este desenlace ocurre tras años de conflicto en los que Al Assad mantuvo el poder con el respaldo de aliados como Rusia e Irán. El Kremlin, que había sido un apoyo clave para el régimen, parece ahora enfocado en mediar por una transición política que respete las diversas fuerzas étnicas y religiosas del país.
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