Caída Assad
El todavía presidente, Joe Biden, se refirió a la caída de Assad como "un acto de justicia" que refleja la "debilidad" de Irán y Rusia. También afirmó que "habrá que estar muy atentos" a las primeras decisiones de los nuevos hombres fuertes del país.
La caída de Assad tras 24 años en el poder deja en evidencia , en primer lugar, a Rusia. El Kremlin ha dicho que sus bases militares en el país están en "alerta máxima", pero una fuente anónima ha comentado a los medios rusos que su seguridad ha sido garantizada por los rebeldes. La caída del régimen de Assad es un golpe a la imagen de poderío de Rusia. Al enviar miles de soldados en 2015 para apoyar al presidente Assad, uno de los objetivos clave de Putin había sido afirmarse como potencia global. A cambio de la ayuda militar, las autoridades sirias otorgaron a Rusia arrendamientos por 49 años de la base aérea de Hmeimim y de la base naval de Tartous. Rusia había logrado una posición importante en el Mediterráneo oriental y las bases se convirtieron en importantes centros para el traslado de contratistas militares hacia y desde África. Ahora el papel de Putin en Oriente Próximo se debilita.
Irán, que también apoyó al régimen de Assad, ha dicho que espera que las relaciones "amistosas" con Siria continúen. El país persa, cuya embajada en Damasco fue saqueada inmediatamente después de la toma del poder por los rebeldes, ha perdido a su principal aliado en el "eje de la resistencia" y la vital conexión terrestre con su milicia subsidiaria Hizbulá en el Líbano. Un portavoz iraní afirmó que la alianza antiisraelí liderada por Teherán se verá afectada por la caída del presidente Bachar al Asad en Siria, pero aseguró que no parará la lucha contra Israel. Por su parte Turquía, que apoya a algunos de los grupos rebeldes, dice que "intensificará" sus esfuerzos para ayudar a garantizar un futuro pacífico y estable para Siria en los próximos días. El ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, ha declarado que esto incluye buscar una manera de repatriar a millones de sirios que han huido durante la guerra civil, muchos de los cuales han acabado en Turquía. Además se espera que Turquía lidere el diálogo y la construcción del país. Turquía apoya abiertamente a la milicia del Ejército Nacional Sirio, que en las últimas semanas ha centrado su energía principalmente en las batallas con los kurdos sirios. Turquía también ha brindado apoyo tácito a la fuerza rebelde siria más fuerte, Hayat Tahrir al-Sham , o HTS.
Israel, que ha enviado tropas a Siria a lo largo de los Altos del Golán, ha logrado un logro estratégico con la disolución del "eje de resistencia" liderado por Irán. Sin embargo, los funcionarios israelíes también están preocupados por el surgimiento de un estado islamista sunita respaldado por Turquía , un estado que podría tratar de recuperar los Altos del Golán, que Israel tomó en 1967, y que podría aliarse con Hamás, el grupo militante palestino. Irak tiene preocupaciones similares, y sus funcionarios temen que los acontecimientos en Siria puedan desencadenar una nueva insurgencia sunita en su país.
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