COLOR EN LOS EDIFICIOS
El barrio de las Palmitas en México es el último ejemplo de arte urbano. 1.500 metros de un pueblo obrero se han convertido en una explosión de color, tras años con una fría imagen. Los vecinos del barrio aseguran que es una consecuencia de la cohesión social, la participación y la integración. Dicen sentirse más vivos gracias al color que les invade al salir de sus hogares.
Sin embargo, no es este barrio el único que ha pintado sus calles con miles de colores. Por todo el mundo se pueden encontrar fachadas ilustradas con dibujos de lo más variados, que convierten los edificios en obras de arte.
Son un nuevo atractivo para los viandantes, que no dudan en pararse a tomar una instantánea de esta muestra de arte urbano que puede aparecer en cualquier lugar de las ciudades.