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La Iglesia ortodoxa celebra su Navidad
Justo cuando acaban las celebraciones de Navidad para la mayoría de los cristianos con la celebración de la Epifanía el 6 de enero, empieza la Navidad para los cristianos de credo ortodoxo, trece días después de la celebración del nacimiento de Cristo según el rito católico. El presidente ruso, Vladímir Putin, asistiÓ anoche a la misa del gallo en la iglesia en la que fueron bautizados sus padres. El presidente palestino, Mahmud Abas, aprovechó la celebración de la Navidad ortodoxa para reaparecer en Belén.
Una adolescente saudí huye de su familia y pide asilo
Una joven saudí de 18 años se ha atrincherado en su habitación del aeropuerto de Bangkok, en Tailandia. La chica, Rahaf Mohammed Al-Qunun, huyó de su familia con destino a Australia y fue retenida en el aeropuerto tailandés. Asegura que huye de los abusos de su familia y dice que su padre la matará si la deportan y la obligan a volver a su casa. Ha contado que la encerraron durante seis meses por cortarse el pelo. Varias ONGs piden ayuda para Rahaf, que teme que la deporten a su país y sufrir represalias. HRW exigió a las autoridades tailandesas que permitan que la joven se ponga en contacto con la ACNUR y que acate la decisión que tome la agencia de la ONU para los refugiados.
Juzgan en Francia a un cardenal por ocultar casos de pederastia
Francia sienta en el banquillo a un poderoso religioso por silenciar casos de pederastia. El cardenal Philippe Barbarin, máximo responsable de la curia en Francia, es el religioso de más alta jerarquía que debe responder por ocultar los abusos de un cura bajo su mando. Barbarin comparecerá por ocultar, presuntamente, el pasado de un sacerdote pederasta, el padre Preynat, acusado de abusar de más de 70 scouts hace 25 años. Los demandantes exigen un simbólico euro, pero insisten en la necesidad de que el tema se dirima en los tribunales y se plantee la cuestión de la responsabilidad de quienes supervisan a los niños.
Bolsonaro afronta su primera crisis por disturbios
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha enviado tropas a Fortaleza, al nordeste del país, para frenar la ola de violencia. El Gobierno ha enviado una fuerza de 300 uniformados para controlar la situación. Hasta ahora, según la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social, los disturbios han ocasionado un muerto, tres heridos y cincuenta personas han sido detenidas. Los disturbios se originaron tras una serie de protestas contra nuevas leyes en prisiones locales, ampliamente controladas por bandas criminales. Las autoridades penitenciarias de ese estado bloquearon las señales de teléfonos móviles dentro de las cárceles y cesaron una política de separar a los reclusos por su afiliación a pandillas.