Navidad
Una anciana invita a sus familiares a celebrar la Navidad juntos pero con la condición de que paguen la cena.
La Navidad ha llegado y con ella también lo han hecho las cenas multitudinarias en familia. Con tantas celebraciones es inevitable que los gastos aumentan por lo que muchos buscan alternativas más económicas.
Con la idea de hacer frente a todos los gastos una mujer ha puesto en marcha una curiosa iniciativa: una tasa para cada miembro de la familia que varía en función de la edad o los ingresos.
Carolina Duddridge ha sido la autora de este peculiar plan. La anciana de 63 años ha creado una tarifa gradual para llegar a recaudar en total más de 200 euros, con los que ha podido comprar el pavo, la bebida y los adornos para la cena. "Hay algunos que piensan que soy un poco 'Scrooge', pero mis amigos piensan que es una buena idea", ha confesado la mujer a la BBC, tal y como recoge 'The Guardian'.
La anciana ha reconocido que se ha decantado por este método porque tenía problemas para pagar las facturas desde que murió su marido.
Un plan para las facturas
El precio de la cena de Navidad ha variado para cada uno de los hijos y sus descendientes. A sus dos hijos varones les ha cobrado 15 libras, cerca de 30 euros. A sus tres hijas, 10 euros. La diferencia se debe a que los hombres trabajan a jornada completa.
La regla de Duddridge es clara: todos cenan, todos pagan. Por eso los menores de edad también han tenido que desembolsar unas cuantas libras. Los cuatro nietos mayores de cinco años han pagado unos 5 euros por cabeza, mientras que los menores de tres años han tenido que aportar 2,5 euros.
Para asegurarse de que todos abonaban su parte, el capital tuvo que ser ingresado en una cuenta a cargo de Duddridge antes del 1 de diciembre. La mujer les dejó claro que si el dinero no estaba en el banco en la fecha establecida no iban a participar: "Si no pagas antes, no vas a venir", les dijo a sus familiares.
La idea llegó después de que la abuela solicitara por las buenas a su familia que la ayudase. A muchos no les gustó la petición y a otros simplemente se les olvidó meter dinero en un tarro. Por lo que al final la anciana ha tenido que buscar un alternativa más eficaz para "tener un poco de ayuda".