AUTO DEL JUEZ CASTRO
El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ofreció en presencia de su mujer, la Infanta Cristina, contratos presuntamente irregulares a empleados que llevaron tareas domésticas en el domicilio particular del matrimonio, quienes fueron contratados a través de la empresa que ambos comparten al 50 por ciento a pesar de que su labor nada tenía que ver con la misma: la inmobiliaria Aizoon.
En el auto de medidas cautelares, al que tuvo acceso Europa Press, por el que el juez instructor del caso Nóos decretó este miércoles una fianza civil de 8,2 millones de euros para Urdangarin y su exsocio Diego Torres, el magistrado recoge las distintas declaraciones prestadas por varios testigos que aseguraron haber sido contratados por la empresa "de los señores", en referencia a Aizoon, si bien sus servicios los desarrollaban en casa de los Duques de Palma.
Unos hechos que, corroborados indiciariamente mediante la declaración de múltiples testigos y diversa correspondencia electrónica, lleva al juez a aseverar cómo los trabajadores eran adscritos "caprichosamente" a las distintas empresas "con independencia de para cuál de ellas prestaran materialmente sus servicios", dato que "ni ellos mismos conocían", y cuando "a fines inconfesables convenía, se pasaban de unas a otras en clara concurrencia de prestamismo laboral". Así, una de las empleadas, al ser preguntada por su vinculación con la inmobiliaria, afirmó que pese a estar dada de alta en la Seguridad Social como trabajadora de esta mercantil "nunca" trabajó para esta empresa.
Según manifestó, tanto Urdangarin como la Infanta le entrevistaron para ver si la aceptaban como empleada del hogar, momento en el que el Duque, delante de su esposa, le comentó que no le harían contrato de trabajo sino que "cobraría en negro". Sin embargo, cuando le dijeron que "estaban contentos" con ella y que se podía quedar, la empleada le solicitó a Urdangarin un contrato de trabajo dado que estaba en trámites de obtener la nacionalidad española, a lo que accedió el yerno del Rey Don Juan Carlos contratándola a través de Aizoon.
"Cuando lo leí y me di cuenta de ello no protesté porque me interesaba más un contrato como empleada de una empresa que no como empleada doméstica", apostilló. Otro de los empleados que fue contratado para llevar a cabo tareas domésticas explicó que tanto él como su esposa estaban dados de alta en Aizoon si bien en realidad prestaban servicios domésticos. Por su parte, su esposa recordó coo tanto Urdangarin como la Infanta les propusieron hacerles un contrato a través de Aizoon, que "era de los señores".
De hecho, en este sentido la Agencia Tributaria acusa a Urdangarin de haber "interpuesto" a la sociedad Aizoon para facturar "ciertos servicios de carácter personalísimo" que nada tenían que ver con la actividad de la inmobiliaria, todo ello con el objetivo de reducir su propia tributación en la declaración del IRPF.
En un extenso informe al que tuvo acceso Europa Press, Hacienda señalaba así cómo durante 2007 y 2008, ejercicios en los que Urdangarin habría defraudado a Hacienda al menos 240.000 euros, utilizó Aizoon como "pantalla" para tributar gastos como los de su propio servicio doméstico o los de su asistenta personal, con el objetivo de beneficiarse de un tipo impositivo inferior (el aplicado a las sociedades).
El informe llegaba a señalar que la "teórica" plantilla de la sociedad estaba integrada, entre otros, "por cuatro empleados del hogar, una estudiante, una encuestadora que dice trabajar para otra persona, dos personas que nunca nadie ha visto trabajar para la sociedad, un chico de los recados y una con primero de estudios de Enfermería haciendo 'corta y pega' de Internet".