EN INGLATERRA
Un recién nacido ha estado a punto de morir después de contraer herpes. La madre de Oliver Miller recordó que, quien le hubiera besado, seguramente lo hizo con la mejor intención, pero que, si tenían un herpes labial, no deberían haberlo hecho.
Los síntomas comenzaron con un dolor de espalda del pequeño. Los padres le llevaron al hospital por miedo a que se deshiddratara, pero las pruebas confirmaron que sufría un herpes simple. Este virus, común en adultos, puede ser muy peligroso en bebés tan pequeños. De hecho, uno de cada tres fallece, según informa Metro.