Diplomacia
Un senador de Compromís denunció la presencia de un escudo franquista en el antiguo consulado de España en Israel, ubicado en Jerusalén. El Ministerio de Exteriores ya ha anunciado que lo retirará.
La memoria histórica siempre ha sido un tema prioritario para el gobierno de coalición, que continúa tratándolo como un asunto principal en su agenda. Ahora, y a petición de un senador de Compromís, un antiguo escudo franquista situado en una embajada será retirado, puesto que ya está siendo tramitado por el Ministerio de Exteriores.
El senador en cuestión, Carles Mulet, advirtió el pasado mes de septiembre de la existencia de dicho escudo, sellado en piedra, en un edificio que fue la antigua embajada de España en Israel. Está ubicado en Jerusalén y, pese a que el Gobierno aseguró en un primer instante que se trataba de un símbolo constitucional, terminó revocando su postura.
Ahora, el Ejecutivo ha comenzado los trámites pertinentes para la retirada de este símbolo, realizado durante la época de la dictadura. Pese a que el edificio ya está en desuso y no mantiene vinculación alguno con la embajada de España en Israel, se destinará una partida de dinero para que se elimine este símbolo, que, según asegura el propio diputado de Compromís, es "ilegal".
Memoria histórica también en la cultura
Desde que el Gobierno de coalición empezase a ejercer sus funciones en enero de 2020, el asunto de la memoria histórica no ha sido solamente reconocido en el Gobierno, sino también llevado al cine o incluso en las propias series. Un ejemplo de ello es 'Madres Paralelas', la última película llevada a los cines por Pedro Almodóvar, y que narra hechos de este calibre.
La época de la Segunda República y la Guerra Civil continúan siendo actualmente uno de los asuntos más estudiados por los historiadores. Desde los golpes de Estado en la República, pasando por el presunto amaño de las elecciones de 1936 y finalizando en lo que sería el conflicto bélico más cruel de la historia de España, que duró casi tres años.
Desde la propia política, e incluso la sociedad, se lamenta que la Guerra Civil haya vuelto a polarizar a los españoles pasadas más de ocho décadas desde que terminó. La memoria histórica continuará, pero muchas familias y amistades se han roto a causa de esta cuestión social que continúa siendo objeto de discusión entre numerosos sectores sociales.