Caso 'Pegasus'
Tanto la ministra de Defensa como el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, están citados a declarar ante el juez del caso Pegasus.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha realizado este lunes unas declaraciones previas a su comparecencia ante el juez del caso Pegasus, en el que se encuentra involucrada. Robles ha querido asegurar que tiene "poco que decir", porque es una "víctima". Además, considera que no será fácil descubrir a la persona que cometió el espionaje a su teléfono móvil.
La ministra de Defensa fue llamada a declarar por el magistrado de la Audiencia Nacional, José Luis Calama. También está citado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quién también espiaron el móvil.
Robles, "víctima" del caso Pegasus
Robles ha afirmado que se pondrá a disposición del juez y contestará a todas las cuestiones que se le realicen. No obstante, ha insistido en que tienen poca información que aportar, ya que fueron ellos quienes dejaron el caso en manos de la justicia. "Como víctimas, poco podemos aportar", ha manifestado.
"Nosotros únicamente, como personas que hemos sido objeto de una infección en el teléfono, lo que podemos es constatar que los técnicos nos han dicho que esa infección se ha producido, pero no sabemos absolutamente nada más", ha aseverado.
Por otro lado, ha elogiado la actuación de la justicia. Sin embargo, ha apuntado que será muy difícil dar con el autor del delito, ya que los sistemas de espionaje "son muy complejos y sofisticados", ha asegurado, por lo que es más complicado realizar un rastreo.
De la misma manera, ha añadido que tanto ella, como el resto de los miembros del Ejecutivo, están a disposición del juez y colaborará todo lo posible para esclarecer los hechos. "El Gobierno cree en la justicia, colabora con la justicia y haremos todo lo que tengamos que hacer", ha concluido Robles.
¿Qué es el caso Pegasus?
La investigación ha surgido después de que ser revelase, el pasado mes de abril, que hasta 63 políticos y expolíticos catalanes fueron espiados entre 2017 y 2020. El espionaje se hizo con el spyware Pegasus y a través de sus teléfonos móviles.
Esto crispó el ambiente entre independentistas y un Gobierno que, al igual que el CNI, negó la autoría de los hechos. Dos días después, el propio Gobierno anunció que muchos de sus miembros, como Pedro Sánchez o la misma Robles, también habían sido víctimas del espionaje.
Lejos de calmar la situación con sus socios de Gobierno, se intensificó, acabando con la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, y una reforma de la ley del CNI y secretos oficiales.